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19/07/2022

Actiflo®, la tecnología de Veolia para el tratamiento de aguas de tormentas que evita desastres ecológicos



 
La prevención de la contaminación de los medios receptores debido a las aguas de tormentas es un reto que está encima de la mesa de muchas administraciones, gestores y operadores de agua. No en vano, la falta de actuación ante estas situaciones ha supuesto graves daños para el medioambiente.
 
Durante los episodios de tormentas, las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) son incapaces de tratar todo el caudal que les llega de forma repentina y se ven obligadas a realizar un by-pass de estas aguas, sin ningún tipo de tratamiento en muchos casos. Estas aguas contaminadas llegan a los ríos y playas, suponiendo un grave riesgo para la salud pública y la vida acuática. De ahí la famosa frase “cuando llueva, mejor no vayas a la playa”.
 
España, y especialmente la zona mediterránea, está expuesta a las consecuencias más drásticas del cambio climático. Lo advierten los expertos del IPCC, pero no hace falta recurrir a  informes o estadísticas. Continuamente vemos, y cada vez con más frecuencia, como nuestro clima está cambiando y con él, los  patrones de lluvia. En el área mediterránea cada vez llueve menos días al año y cuando lo hace, lo hace con gran intensidad, acumulando año tras año episodios de gotas frías y DANAs.
 
Estos acontecimientos son imprevisibles desde el punto de vista climático, pero no desde el punto de vista de la gestión de las aguas. Existen soluciones tecnológicas avanzadas que permiten tratar en línea las aguas de tormentas.
 
La solución se llama proceso Actiflo®, desarrollado hace ya más de 30 años por Veolia Water Technologies y que cuenta con más de 1.200 referencias en todo el mundo.
 
Actiflo® es un proceso de decantación lamelar lastrada con microarena único en el mercado. Es versátil, robusto, compacto, eficiente y, sobre todo, rápido. Esta última característica lo hace especialmente adecuado para el tratamiento de aguas de tormentas, ya que en menos de 15 minutos (ver Figura 1) puede estar en pleno rendimiento tras una parada, una prestación que ninguna otra solución convencional puede alcanzar. Los sistemas de decantación lamelar convencional trabajan a velocidades muy inferiores (10-20 m/h frente a los 90-120 m/h del Actiflo) y los sistemas de decantación con recirculación de fangos  necesitan mucho más tiempo de arranque para posibilitar la formación de flóculos de fango (un lapso de horas frente a 15 minutos). 
 
Si además combinamos Actiflo® con un sistema de predicción basado, por ejemplo, en el empleo de radares meteorológicos, la respuesta eficaz de las estaciones de tratamiento ante estos eventos, así como la calidad del agua tratada en caso de tormentas,  estarán garantizadas.
 
 
 
Figura 1. Tiempo de puesta en servicio del proceso Actiflo, tras una parada (caso real)
 
 
Uno de los factores diferenciadores del proceso Actiflo® es el uso de microarena como precursor para la formación de flóculos pesados más fácilmente decantables, permitiendo así alcanzar mayores velocidades de decantación. En el caso de agua de tormentas, se pueden llegar a velocidades ascensionales de hasta 120 m/h, lo que significa el empleo de un área total de tan sólo 0,03 m2 por m3/h de afluente tratado.
 
Es decir, que para los mismos caudales de tratamiento, Actiflo® necesita mucho menos espacio. De hecho, requiere hasta 5 veces menos espacio de implantación que un decantador lamelar o una flotación por aire disuelto (DAF) y hasta 50 veces menos que un sistema de clarificación convencional. Esta cualidad permite superar los problemas de falta de espacio de muchas instalaciones, y en otros casos se evita comprometer los planes de expansión futuros cuando esas instalaciones tienen previsto ampliar su capacidad de tratamiento, al dejar liberado un espacio que en otro caso estaría ya ocupado. Un hecho a considerar si tenemos en cuenta la incertidumbre del cambio climático.
 
 
Figura 2. Comparativa de las velocidades de decantación de Actiflo® con procesos similares
 
 
Es importante destacar la alta eficiencia del proceso, produciendo un efluente clarificado de muy alta calidad en términos de turbidez y sólidos en suspensión. Existen múltiples plantas que han demostrado conseguir rendimientos del 80 al 98% de eliminación de sólidos en suspensión y eliminaciones de materia orgánica (DQO) del 65 al 90% (eliminación de DBO5 > 60%), siendo también efectivo para eliminación de metales pesados si los hubiere. Estudios publicados han mostrado eliminaciones también del 80 al 90% de fósforo y 15 a 25% de nitrógeno total.
 
Otra de las ventajas relevantes que presenta Actiflo® es su versatilidad, ya que además de la aplicación para el tratamiento en línea de agua de tormentas, se puede utilizar como tratamiento primario, secundario o terciario. De hecho, una de las posibilidades de implementación habituales del proceso Actiflo® es ser capaz de tratar el agua de tormentas durante el tiempo húmedo y eliminar, por ejemplo, algas y fósforo en tiempo seco. Este uso dual dota a la instalación de tal flexibilidad que permite cumplir dos funciones dentro de la EDAR al mismo tiempo. Asimismo, también se puede utilizar Actiflo® como tratamiento primario durante las fases de remodelación/ampliación de una EDAR, lo que permite que la planta pueda seguir operando durante la ejecución de las obras.
 
Existen numerosas instalaciones que han apostado por esta tecnología, capaz de responder a altas demandas de tratamiento inesperadas y bruscas de forma eficiente y segura. En España, la ampliación y modernización de la EDAR de Lagares, en Vigo, incluyó la instalación de un proceso Actiflo®, diseñado inicialmente para tratar hasta 14.400 m3/h en caso de lluvias, partiendo de un caudal en tiempo seco de 3.240 m3/h.
 
En Vitoria, la EDAR de Crispijana también utiliza el proceso Actiflo® para el tratamiento del caudal proveniente de aguas pluviales. Los datos de la Tabla 1 hablan por sí solos  y la imagen no deja lugar a dudas (Figura 3), donde se puede observar el reducido espacio ocupado por el proceso en comparación con su capacidad de tratamiento, que alcanza los 100.000 m3/d. En cuanto a la calidad, aunque los valores medios garantizados para sólidos en suspensión, DBO5, DQO y fósforo eran superiores al 80% en el caso de los sólidos y 60% para el restos de contaminantes, los resultados que se obtuvieron en episodios de lluvia superaron estos rendimientos.
 
 
Tabla 1. Datos de diseño y datos reales de operación obtenidos
 
 
 
Figura 3. Fotografía aérea del proceso Actiflo® para tormentas en la EDAR de Crispijana
 
 
Veolia cuenta con numerosas referencias en el mundo para este tipo de tratamientos, destacando la planta de tratamiento de aguas residuales del Sena Aval de Achères, en Francia, que cuenta con 5+1 líneas instaladas con una capacidad unitaria de tratamiento de 4,5 m3/s, siendo  la mayor de su clase en Europa. Los trabajos se desarrollaron para que esta instalación cumpliera con la Directiva de Aguas Residuales Urbanas de la UE.
 
 

Conclusiones

 
Actiflo® es la mejor opción en el mercado para el tratamiento en línea de las aguas de tormentas. Su compacidad permite ahorrar costes en obra civil y espacio ocupado; su rápida puesta en marcha asegura una reacción en cuestión de minutos; su versatilidad permite usos duales en las instalaciones; y su tecnología asegura un efluente de muy alta calidad al medio receptor.
 
Estas características de baja huella de implantación, rapidez, versatilidad y rendimiento, unido al expertise del Grupo Veolia y el amplio catálogo de referencias en operación convierten al proceso Actiflo® en la solución más fiable y segura para el tratamiento de aguas pluviales.
 
 
 

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