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¿Qué es el vapor que sale de las tapas de Nueva York?


24/10/2024

Saneamiento urbano
¿Qué es el vapor que sale de las tapas de Nueva York?

 

  • Los elevadores de tapas de alcantarilla Valifter ofrecen una alternativa segura y práctica para levantar tapas de diferentes tipos (hierro fundido, acero, materiales compuestos, etc.), reduciendo significativamente el esfuerzo físico y el tiempo de intervención
 
El vapor que emerge del subsuelo de Nueva York y asciende por las alcantarillas se ha convertido en una imagen casi tan icónica como la Estatua de la Libertad o los rascacielos de Manhattan. Pero, ¿por qué este vapor sube desde las alcantarillas o desde esos enormes tubos blancos y naranjas? La respuesta es sencilla: se trata del sistema de calefacción urbana.
 

¿A qué se debe el “extraño” vapor que sale de las alcantarillas de Nueva York?

 
Primero, es importante aclarar dos cosas: lo que vemos salir a la superficie no es humo, sino vapor de agua, y este vapor no es un fenómeno natural, sino que es producido por un sistema creado por el hombre.
 
El responsable de esta innovación es Birdsill Holly, un ingeniero hidráulico de Lockport, que en 1877 ideó un método ingenioso para calentar las ciudades a través del vapor: la calefacción urbana. Si alguna vez te has preguntado cómo se calienta Nueva York, basta con saber que es una ciudad con calefacción urbana, lo que significa que los edificios se calientan a distancia mediante agua caliente o vapor generado en plantas de cogeneración.
 
Hasta entonces, las estufas de vapor eran costosas, voluminosas y solo podían calentar espacios pequeños. Para calentar un apartamento completo, habría sido necesaria una caldera enorme. Holly tuvo una idea brillante: instalar la caldera fuera de su casa y conectarla mediante tuberías bajo el suelo y entre las paredes. Una vez que las tuberías se llenaban con el vapor generado, podían calentar todo el edificio. Ahora imagina esta idea ampliada, de una sola vivienda a todas las casas de la calle, y después a todo un vecindario.
 
Esto es lo que ocurrió primero en Lockport y luego en Nueva York, que en 1881 adoptó el mismo sistema. Este resultó ser tan eficaz que todavía se utiliza hoy en día.
 
Actualmente, hay varias plantas de calefacción urbana distribuidas por Manhattan que suministran vapor a más de 1.500 edificios. Imagina estas plantas como enormes calderas en las que se calientan y evaporan grandes cantidades de agua mediante diversos procesos de combustión. Este vapor es canalizado y distribuido por los barrios a través de una red de tuberías. Las tuberías son de dos tipos: las tuberías de suministro, que llevan el vapor caliente desde las plantas a los barrios de la ciudad, y las tuberías de retorno, que devuelven el vapor usado de los edificios a la planta, para que pueda ser reutilizado.
 
El problema es que, dado que las primeras tuberías se instalaron hace casi 150 años, con el tiempo han empezado a desgastarse y agrietarse, lo que provoca la fuga del vapor que transportan. Este vapor adicional asciende a la superficie y llega a las calles. Y aquí está el misterio del vapor de Nueva York: todo se reduce a una cuestión de mantenimiento.
 

A estas alturas, la pregunta es: ¿por qué no las arreglan?

 
La razón por la que no se reparan todas las tuberías del sistema de calefacción urbana de Nueva York de inmediato está relacionada con la complejidad y el coste de las operaciones de mantenimiento. Estamos hablando de una red subterránea vastísima y antigua, con tuberías que atraviesan gran parte de la ciudad, a menudo ubicadas bajo calles muy transitadas y cerca de otras infraestructuras críticas, como tuberías de agua, gas y líneas eléctricas. Esto hace que las reparaciones sean complicadas y costosas en términos de tiempo y recursos.
 
Además, para evitar interrupciones en el sistema de calefacción, el mantenimiento de las tuberías se suele programar en épocas del año en las que el impacto sobre los residentes y las actividades comerciales sea menor. En muchos casos, las pequeñas fugas se monitorizan y gestionan sin intervenciones inmediatas, especialmente si no representan un riesgo para la seguridad. Por esta razón, a menudo se prefieren instalar grandes tubos naranjas y blancos (conocidos como chimeneas temporales) sobre las alcantarillas, para canalizar el vapor en exceso al exterior, en lugar de excavar y reparar de inmediato la red subterránea.
 
 
 
En general, las autoridades trabajan constantemente para mantener el sistema en funcionamiento, pero dado que lleva más de un siglo en operación, es inevitable que se produzcan fugas periódicas. La gestión de este sistema es un desafío técnico significativo, pero sigue siendo una parte esencial de la infraestructura de Nueva York, contribuyendo de manera ecológica a la calefacción de los edificios y reduciendo la dependencia de otras formas de energía menos eficientes.
 

Soluciones de Valifter para la manipulación de las tapas de alcantarilla

 
Para abordar los problemas relacionados con la manipulación de las tapas de alcantarilla, especialmente en entornos urbanos complejos como Nueva York, donde el sistema de calefacción urbana requiere frecuentes intervenciones de mantenimiento, es esencial utilizar equipamiento especializado.
 
Los elevadores de tapas de alcantarilla Valifter ofrecen una alternativa segura y práctica para levantar tapas de diferentes tipos (hierro fundido, acero, materiales compuestos, etc.), reduciendo significativamente el esfuerzo físico y el tiempo de intervención. Gracias a su diseño innovador, estos dispositivos son especialmente adecuados para su uso en áreas de alto tráfico, ya que incluyen elementos reflectantes que mejoran la visibilidad en condiciones de poca luz. Además, los operadores pueden mantener siempre una postura erguida, lo que garantiza que sean fácilmente visibles durante las operaciones, mejorando así la seguridad.
 
El equipo Valifter no solo permite una manipulación segura y rápida de las tapas más pesadas o dañadas, sino que también ocupa muy poco espacio durante su uso, lo que lo convierte en una opción ideal para trabajar en espacios reducidos o concurridos. Esta eficiencia permite realizar operaciones de reparación o inspección de las infraestructuras subterráneas sin prolongadas interrupciones del servicio ni peligros para la seguridad pública.
 
Con las soluciones de Valifter, las operaciones de mantenimiento se pueden planificar de manera más flexible, gracias a la reducción del tiempo necesario para abrir y cerrar las tapas de alcantarilla. Estas herramientas también facilitan la gestión de las fugas de vapor, permitiendo un mantenimiento oportuno de la red subterránea sin riesgo de accidentes o daños en las tuberías existentes.
 
 
 
Gracias a tecnologías como las de Valifter, la compleja red de calefacción urbana de Nueva York puede gestionarse de manera más eficiente, segura y rápida, garantizando la continuidad del servicio y minimizando las molestias para la ciudad.

 
 

Fuente www.valifter.com/es_ES


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