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Nos va bien en un entorno en el que algunos no han salido adelante, ¿la razón?, que hacemos bien las cosas


22/05/2019

Empresas
Nos va bien en un entorno en el que algunos no han salido adelante, ¿la razón?, que hacemos bien las cosas

 

  • Jesús Sierra es Ingeniero de Industrias Agrarias
  • Desde 2015 es Director Regional Europa, África y Oriente Medio de ACCIONA Infraestructuras
 
Este año se cumplen cuatro años desde que se incorporó a ACCIONA Infraestructuras, ¿podría hacer un breve balance de esta etapa?
 
Sin duda, mi experiencia es muy positiva. Lo que encontré cuando llegué fue una compañía con una base muy sólida. Una base sólida para crecer en un mercado tan difícil como es el nuestro, y con rigor, que es algo que a veces se echa de menos en el sector.
 
Somos una empresa muy buena en diseñar, construir, en ejecutar. Y con una excelente reputación, de la que no siempre somos conscientes. Mi trabajo se desarrolla fundamentalmente fuera de España, y puedo asegurar que la reputación de ACCIONA en el ámbito internacional es excelente.
 
Es una cuestión de dimensión, pero no solo. Porque es verdad que somos grandes, y que en este sector el tamaño importa, pero importa lo justo. Lo fundamental es que, siendo quienes somos, no competimos en precio, sino en calidad, en saber comprender lo que quiere el cliente. Competimos en calidad, y lo hacemos con los más grandes, en términos de igualdad. Y, al mismo tiempo, con esta base tan sólida y rigurosa que nos proporciona la compañía.
 
Nos va bien en un entorno en el que algunos no han salido adelante. ¿La razón? Que hacemos bien las cosas.
 

Un sector complicado y un área la suya muy diversa, ¿verdad?
 
Es cierto que sobre el papel el territorio EMEA (Europa, Oriente Próximo y África) parece una mezcla algo dispar. Pero, en el fondo, los proyectos son los mismos y las necesidades son las mismas para todos los clientes. Por supuesto, tenemos que conocer las connotaciones culturales, y saber respetarlas.
 
El respeto es un principio clave en cualquier lugar: si tú no muestras respeto no puedes exigir respeto al cliente. El respeto es básico, como digo, pero debe ir acompañado de algo fundamental: aportar valor. Mi intención es aportar valor. En los proyectos en los que no damos valor, preferimos no participar. Por cierto, en ACCIONA tenemos una ingeniería dentro, eso sí que da valor. Tenemos gente muy buena pensando, tenemos talento. De manera que si vamos a los países con respeto, aportando valor, y siendo lo bastante consistente como para saber que el que aguanta suele ganar, acabamos recogiendo los frutos.
 
En cuanto a la complejidad que se deriva de la variedad, me gustaría hacer algún matiz. En África hay 54 países, nosotros estamos solo en 7. En la Unión Europea somos 27 Estados, y nosotros tenemos presencia en 4 o 5, además de Noruega, que no es miembro. En Oriente Próximo, estamos en 4: Emiratos, Omar, Qatar y Arabia Saudita. Es decir, estudiamos mucho los sitios a los que vamos. Una prudencia que no va reñida con la ambición, claro. Somos ambiciosos, queremos anticiparnos, pero también ser constantes. Somos muy sólidos en el análisis de nuestros objetivos: vemos las necesidades, valoramos si somos uno de los actores posibles para ayudar en el desarrollo de ese país o esa región.
 
Y una cosa más sobre la dificultad. En Europa hay 24 lenguas oficiales y más de 60 lenguas minoritarias. Cuando voy a África me manejo perfectamente con inglés, francés y portugués… y español si voy a Guinea Ecuatorial. En Oriente Próximo, la lengua es el inglés. Mis viajes en avión no pasan de las 7 horas, salvo que vaya a Sudáfrica, mientras que los vuelos de mis compañeros que trabajan en América duran más del doble. Por no hablar de los husos horarios. Ahora mi franja horaria es de 4 horas. De manera que no todo es complicado.
 
 
Entrando en sus áreas de responsabilidad: Europa. El proyecto más importante es Follo Line, en Noruega, ¿no?
 
Así es. Nos presentamos en 2015 en un concurso internacional, que ganamos. Ganamos porque presentamos la oferta más económica y la mejor técnicamente (algo que no siempre garantiza el éxito, por cierto). Empezamos a construir en Noruega, y nos encontramos con un mercado bastante autárquico, dominado por unas pocas empresas locales. Teníamos que vencer esa desconfianza inicial, y lo hemos logrado.
 
Llevábamos un proyecto excelente y les hemos demostrado que sabemos hacerlo. Tanto es así que ahora son ellos quienes nos llaman. Ya tenemos un par de joint ventures con empresas noruegas, a las que hemos integrado en nuestras ofertas. Por supuesto, tenemos que generar sinergias locales, lo que en nuestro caso ha significado atraer talento noruego.
 
Ahora contamos con muy buenos profesionales. Yo creo que una demostración de nuestra buena imagen es que un noruego decida dejar su empresa de toda la vida y venir a una empresa española. Me gustaría añadir que en Noruega tenemos, además de Follo Line, un proyecto de 445 millones en el tramo Ranheim-Værnes de la carretera E6.
 

Confianza y respeto: dos valores que también deben ser cruciales en el mercado de Oriente Próximo, ¿es así?
 
Por supuesto. Son muy exigentes, y con ellos hay que ser riguroso y saber defender las propias posiciones. Tras la caída de los precios del petróleo, se ha vuelto un mercado más orientado a precio, pues dan por hecho que todos los que estamos allí ofrecemos un cierto nivel de calidad.
 
Sin duda, nuestro proyecto estrella en Oriente Próximo es el Metro de Dubái: una obra de 2.500 millones, en la que nosotros tenemos el 60% de la parte civil; en total unos 1.000 millones. Es un proyecto con fechas muy marcadas, especialmente la de finalización, pues debe hacerse para la inauguración de la Expo; y debo decir que vamos totalmente en plazo.
 
El de Dubái es un magnífico ejemplo de algo que suelo decir mucho en esta casa: cuando nos alineamos ganamos. Conseguimos ganar no siendo los más baratos; hemos ganado porque éramos los mejores. Presentamos un extraordinario proyecto, en el que ha participado toda la compañía.
 

¿Cuáles son sus perspectivas en ese mercado?
 
Muy sencillas: Seguir allí. Tenemos dos mercados básicos, que son Emiratos y Arabia Saudita, en cuanto a Construcción. Además, tenemos el proyecto de la desaladora de Al–Khobar, que cuando se termine será la más grande del mundo. Estamos gestionando el 30% del agua dulce de Qatar: una cifra que encierra una enorme responsabilidad, porque un tercio de la población de este país depende de nosotros para tener agua.
 
En el sector del agua tenemos muchas expectativas en esta área. Sus responsables han visto que el paradigma de quemar energía para producir agua dulce, el sistema térmico de toda la vida por evaporación, no funciona. Ahora se están pasando a la ósmosis inversa, que es lo nuestro, en eso somos los mejores.

 
Al hablar de África siempre se alude al gran peso de las empresas chinas…
 
Lo que sucede en África es que, en gran medida, la diplomacia europea es comercial, la hacemos las empresas, salvo en el caso del área francófona. La creciente presencia china es una realidad: han llegado por primera vez, sin que sobre ellos pese ningún pasado, y además, han llegado con intención de hacer grandes inversiones económicas. Parten de una idea muy clara: el comercio; infraestructuras en carreteras y ferrocarriles a cambio de materias primas.
 
Sin embargo, que estos acuerdos sean duraderos dependerá del tipo de gobernanza de cada país. Desde mi punto de vista, a la larga, no funcionan.
 

Háblenos de los proyectos de ACCIONA Infraestructuras en África.
 
A finales de este mes de abril inauguramos para nuestro cliente la planta termosolar de Kathu, en Sudáfrica, la segunda con esta tecnologías que hemos construido en el país junto con la planta de Bokpoort.
 
En África somos muy prudentes, en el sentido de que vamos a grandes concursos. Si salen proyectos como el de Kathu, de 500 millones, estaremos, pero todavía no han salido.
 
En cuanto a las perspectivas, para nosotros hay dos regiones, básicamente. En el Este tenemos Kenia y alrededores, donde hay una lista de proyectos bien definidos, con fondos, y de cierto grado de dificultad, en los que nosotros podemos ser un competidor importante. En el Oeste, con Senegal como país más representativo, destaca la estabilidad política.
 
Nuestros objetivos se centran en proyectos de agua, por supuesto, y en infraestructuras de transporte complejas, singulares. Nuestros mayores competidores en esa zona son empresas francesas, que se parecen bastante a nosotros en tamaño y en grado de competitividad.
 
Aunque en África, por el nivel de sus necesidades, no es el valor más importante por el momento, sí me gustaría terminar subrayando una de las principales fortalezas de ACCIONA en todo el mundo.
 
La preocupación por los efectos del cambio climático es ya global. La reducción de emisiones de CO2 pesa cada vez más a la hora de adjudicar un proyecto. Para nosotros es algo que forma parte de nuestro ideario básico, y también de nuestra forma de actuar; por poner un ejemplo, cuando construimos una planta de desalación –que son instalaciones que demandan mucha energía- solemos incorporar una planta que produce esta energía desde fuentes renovables.
 
Quisiera que mi mensaje final fuera ese: en este nuevo panorama ACCIONA lleva mucho camino avanzado, porque la sostenibilidad forma parte de nuestro ADN.
 
 

Fuente www.acciona-agua.com


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