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La Xunta impulsa un proyecto para conocer el impacto de la presión humana en los embalses y sus posibles soluciones


13/03/2025

Convenios de colaboración
La Xunta impulsa un proyecto para conocer el impacto de la presión humana en los embalses y sus posibles soluciones

 

  • A modo de piloto, el análisis se centrará en tres cuencas representativas de los diferentes tipos de embalses de Galicia con el reto de crear una metodología de estudio y planificación que luego pueda extrapolarse a otros puntos de la Comunidad
  • Se estudiará la dinámica química y biológica de estos embalses para obtener un nuevo modelo matemático que permita desarrollar experimentos de biorremediación ‘in situ’ que ayuden a mejorar la calidad ambiental de cuencas reguladas por embalses
  • Ángeles Vázquez destaca la importancia de seguir invirtiendo en investigación, de la mano de las universidades, para avanzar en la mejora y protección de los recursos naturales
 
Este año, la Xunta impulsará un proyecto pionero para estudiar el impacto que la contaminación y la presión ligadas a diferentes tipos de actividades que se realizan en los ambientes fluviales tienen sobre la calidad de las aguas fluviales y que acaban repercutiendo en la salud ambiental de ríos, embalses y ecosistemas asociados.
 
Para ello, la consejera de Medio Ambiente y Cambio Climático, Ángeles Vázquez, y el rector de la Universidad de Vigo (UVigo), Manuel Reigosa, han firmado un convenio de colaboración para crear un grupo de trabajo entre Augas de Galicia e investigadores de la universidad que profundizará en los efectos de la acción humana sobre las cuencas de los embalses y, al mismo tiempo, permitirá planificar a futuro medidas que redunden en su mejora ambiental.
 
Con un presupuesto de 421.233 euros -el 93% lo aportará Augas y el 7% UVigo-, el estudio se centrará en el ámbito de tres cuencas piloto, Caldas de Reis, As Forcadas (Valdoviño) y Portodemouros (Arzúa-Vila de Cruces), seleccionadas por ser representativas de la tipología de embalses que existen en Galicia-Costa y con la intención de establecer una nueva metodología de planificación aplicable a otras dentro de la misma cuenca.
 
 
 
En primer lugar, según recoge el acuerdo, se realizará una evaluación de la situación actual de las cuencas hidrográficas elegidas, que permitirá establecer las primeras conclusiones sobre el estado de los ecosistemas y las presiones que podrían estar empeorando su situación ambiental. También se estudiará la dinámica química y biológica de estas zonas a lo largo del tiempo, para comprender mejor los impactos de la contaminación y desarrollar un modelo matemático que prediga los efectos de diferentes presiones sobre la calidad del agua, fundamentalmente sobre los nutrientes.
 
Con los datos recogidos a lo largo de 2025 se creará una primera versión del algoritmo que permitirá predecir los impactos en la calidad del agua, y en el primer semestre de 2026 se perfeccionará este modelo matemático con los datos restantes.
 
La fase final del trabajo (que se extenderá hasta el 30 de julio del próximo año) consistirá en analizar la respuesta de los tres embalses a la presencia de diferentes cantidades de nutrientes y en el desarrollo de experimentos de biorremediación sobre el terreno. 
 
En concreto, un ejemplo práctico de esta técnica es la plantación de vegetación riparia para mejorar la calidad del agua en ríos y embalses, ya que los arbustos y árboles autóctonos actúan como filtros naturales debido a su capacidad para absorber el exceso de nutrientes de diversas fuentes. Además, reducen la cantidad de sedimentos que se desplazan hacia el agua y sus raíces estabilizan el suelo y reducen la erosión.
 

Los embalses, buenos indicadores de la salud de los ríos

 
El impacto en las cuencas hidrográficas de la contaminación de origen difuso, es decir, procedente de varios puntos pequeños y dispersos y, por tanto, más difíciles de controlar, afecta a la calidad del agua, provocando una eutrofización que puede conllevar una disminución del oxígeno y la proliferación de algas perjudiciales para la biodiversidad. Esta situación no sólo amenaza a las especies que dependen de estos ecosistemas, sino que también compromete la disponibilidad del recurso hídrico en la zona afectada.
 
En el caso de cuencas reguladas por embalses, éstos, al acumular agua en su interior, suelen ser un buen indicador a medio plazo de la presencia y efectos de este tipo de contaminación difusa. En este sentido, es importante destacar que los embalses permiten la medición de varios parámetros de interés como nutrientes, sedimentos y otros elementos.
 
La importancia de este proyecto, según explicó Ángeles Vázquez, radica en que por primera vez en el área Galicia-Costa se estudiarán los efectos de las actividades económicas y humanas sobre la calidad de las aguas de los embalses para evaluar la respuesta de los ecosistemas a estas presiones y planificar e implementar las medidas de remediación biológica más efectivas para garantizar la mejora ambiental de estas masas. 
 
En este sentido, destacó la importancia de seguir avanzando en la investigación de la mano de las universidades para proteger los recursos naturales de la Comunidad gracias a herramientas digitales como la que desarrollará el nuevo grupo de trabajo. De hecho, el acuerdo firmado hoy se enmarca en la apuesta por la profesionalización de Augas de Galicia y será financiado con fondos europeos de NextGenerationEU para la transición en el sector del agua.
 

Fuente augasdegalicia.xunta.gal


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