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La nueva EDAR de Corella en Navarra, estará finalizada este año tras una inversión de 3,67 M€


29/04/2025

Saneamiento urbano
La nueva EDAR de Corella en Navarra, estará finalizada este año tras una inversión de 3,67 M€

 

  • Las remodelaciones integrales de instalaciones de más de 25 años de vida es una de las tres líneas estratégicas de la sociedad pública para esta década, junto con la construcción de plantas en localidades de menos de 200 habitantes y la gestión de la materia orgánica
 
La depuradora de Corella comenzó a funcionar en 1996 y está siendo remodelada íntegramente para adecuarla a las necesidades actuales: diseñada hace 30 años para tratar las aguas residuales de unos 8.200 habitantes, su carga está duplicada, con momentos puntuales en los que llega a triplicarse.
 
El crecimiento industrial y poblacional en la zona, que se prevé siga aumentando a un ritmo promedio de 1% anual en las próximas décadas, ha llevado a NILSA a plantear una nueva instalación que reaproveche elementos de la antigua, pero la amplíe y modernice dando respuesta a las nuevas demandas. 
 
Para ello, la sociedad pública responsable de la depuración y adscrita al departamento de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra, adjudicó en noviembre del año pasado las obras, por valor de 3,67 millones de euros, que comenzaron en febrero y culminarán antes de fin de año. En la actualidad, ya se ha realizado el desvío del canal de riego y la excavación de los dos nuevos decantadores, junto con la arqueta de materia orgánica.
 
Paralelamente se están ejecutando los trabajos del nuevo emisario de refuerzo para los episodios de tormenta, tal y como ha podido comprobar el Consejero de Cohesión Territorial, Óscar Chivite, junto con el alcalde de la localidad, Gorka García; el director general de Administración Local del Gobierno de Navarra, Jesús Mari Rodríguez; el director gerente de NILSA, Fernando Mendoza, y otras autoridades, que esta mañana han visitado la instalación.
 
La sociedad pública ha tenido en cuenta, además de la amortización de la vida útil de la planta, que el cauce al que se devuelve el agua depurada es uno de los más sensibles de Navarra en términos ecológicos: el río Alhama. Por lo que ha planteado un proyecto que pueda dar respuesta a la carga que lleva el agua de 38.000 habitantes, medida en la que se incluiría la carga industrial convertida en equivalencia a la de los habitantes.
 
El caudal medio que tratará la instalación remodelada será de 3.600 metros cúbicos diarios (41,7 litros por segundo), frente a los 2.990 metros cúbicos de la actual y que se previeron al inicio de los años noventa como carga contaminante media.
 
Por otro lado, cabe reseñar que los lechos bacterianos (grandes depósitos de hormigón rellenos de plástico en los que se adhieren las bacterias que limpian el agua) serán sustituidos por un sistema IFAS (acrónimo en inglés que corresponde a un sistema más avanzado y garantista con la limpieza del agua). Si bien los actuales lechos se reutilizarán como refuerzo, especialmente para reducir la concentración de amonio.
 
Por otra parte, se eliminará el aliviadero al río Alhama; se edificará un tanque de tormentas, para el que se aprovecharán dos elementos actuales llamados decantadores; y se dispondrán tres lagunas artificiales, con una superficie de más de 3.800 metros cuadrados, que actúan como elemento de retención final si el volumen de agua es muy caudaloso (en una tormenta, por ejemplo).  
 
Las obras, adjudicadas a Construcciones Osés el pasado noviembre, están siendo compatibles con el funcionamiento continuo de la planta, que no está deteniendo su actividad habitual, salvo emergencias.
 
La cuenca del río Alhama, dado el escaso caudal en épocas de estiaje principalmente, es una de las que más cuidado requieren en Navarra. En 2021 ya fue licitada la remodelación íntegra de la depuradora de Fitero, cuyo proyecto NILSA finalizó en 2022, con un coste de más de dos millones de euros. Se trataba de una instalación construida entre 1991 y 1993, en la misma cuenca fluvial, una de las más sensibles de la Comunidad Foral, junto con la del Cidacos y el Arakil, y algunos tramos de la cuenca del Arga. En ambos casos, las depuradoras ya han amortizado su vida útil y se están viendo al límite de sus posibilidades, por lo que la opción más adecuada era reformarlas de manera total.
 

Líneas estratégicas de la sociedad pública

 
Las remodelaciones integrales de instalaciones de más de 25 años de vida es una de las tres líneas estratégicas de la sociedad pública para esta década, junto con la construcción de plantas en localidades de menos de 200 habitantes y la gestión de la materia orgánica. Navarra contó a finales de los 70 del siglo pasado con las primeras depuradoras, construidas entonces por las Confederaciones Hidrográficas del Ebro y del Cantábrico; pero fue entre los años 90 y 2006 cuando mayor volumen de plantas se construyeron a cargo de NILSA, creada en 1989.
 
Estas plantas, situadas en localidades de entre 2.000 y 10.000 habitantes, constituyen la mayoría de la Comunidad Foral y han dado unos excelentes rendimientos que han contribuido al buen estado ecológico de los ríos. Por ello, no pueden verse sobrepasadas y obsoletas cuando están a punto de cumplir 30 años y es necesario que sean acondicionadas y actualizadas para seguir garantizando la calidad del agua que se devuelve a los cauces tras ser depurada.
 
La financiación para acometer estas obras proviene del canon de saneamiento que toda la ciudadanía paga a través del recibo del agua y que gestiona NILSA. No obstante, y con el objetivo de financiar los 137 millones de euros presupuestados hasta 2030 para llevar a cabo el plan de obras y mantenimiento de NILSA -del que las remodelaciones suponen 72 millones de euros-, el pasado diciembre la sociedad pública también logró un préstamo del Banco Europeo de Inversiones por valor de 36,5 millones de euros.
 

Fuente www.nilsa.com


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