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La gestión eficiente del agua, al auxilio del planeta y de los ecosistemas


06/06/2021

Celebraciones
La gestión eficiente del agua, al auxilio del planeta y de los ecosistemas

 

  • Con la confianza de haber superado lo peor de la crisis sanitaria, el sector del agua debe mirar hacia el futuro con la vista puesta en tres objetivos: la renovación de infraestructuras obsoletas, la digitalización de redes y contadores de agua y la eficiencia energética como motores de empleo, integración de los territorios poco poblados, economía circular, y transición verde
 
La Organización de Naciones Unidas ha escogido el "Día Mundial del Medio Ambiente" para presentar el Decenio sobre la restauración de los ecosistemas e instar a un movimiento mundial para recuperar el planeta. En este contexto, asegurar una adecuada protección del medioambiente es clave para la preservación de la biodiversidad y los ecosistemas y requiere la intervención de organizaciones expertas y comprometidas con este objetivo.
 
Las empresas gestoras del agua muestran este compromiso a diario y, en este año de pandemia han sabido combinar la prestación del servicio sin apenas alteraciones con el mantenimiento de medidas que les permitan proteger el medio ambiente.
 
Con la confianza de haber superado lo peor de la crisis sanitaria, el sector del agua debe mirar hacia el futuro con la vista puesta en tres objetivos: la renovación de infraestructuras obsoletas, la digitalización de redes y contadores de agua y la eficiencia energética como motores de empleo, integración de los territorios poco poblados, economía circular, y transición verde. 
 

Emergencia climática y cuidado del planeta 

 
La gestión del ciclo integral del agua adquiere un papel protagonista, así como la intervención de compañías altamente especializadas que desarrollan iniciativas para la mitigación y adaptación al cambio climático.
 
El estrés hídrico es una de las grandes amenazas que España debe afrontar en los próximos años para tratar de minorar el descenso de las precipitaciones y su distribución cada vez más irregular. Urge anticiparse a la previsible crisis del clima y a la crisis del agua. El éxito de las estrategias y políticas contra el cambio climático requiere incorporar el agua como vector estratégico, y como eje prioritario de actuación. 
 
Las actividades del ciclo integral del agua están integradas en el medio natural y, por eso, el cuidado del medioambiente resulta algo intrínseco en el día a día de la gestión de estos servicios. Impulsar una transición justa que reduzca el consumo hídrico y energético, definir una estrategia con menos emisiones e implicarse en la recuperación y protección de los ecosistemas son obligaciones ineludibles para seguir garantizando la sostenibilidad del planeta y contribuir a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.
 
Frente a estos importantes retos que marcarán el desarrollo de las próximas generaciones, España cuenta con la baza de un sólido marco de colaboración público-privada. Tal y como reconoce Naciones Unidas en el ODS 17, estos objetivos “solo se pueden conseguir con asociaciones mundiales sólidas y cooperación”. En este sentido, nuestro país cuenta con empresas que figuran entre los líderes mundiales en la gestión del agua y cuya experiencia, equipos y capacidades técnicas se ponen al servicio de la ciudadanía. El objetivo es garantizar la prestación futura de los servicios hídricos que actualmente disfrutamos con el mismo nivel de excelencia y sobre la base de la triple sostenibilidad: social, medioambiental y financiera.
 
En esta línea se encuentra el primer acuerdo de compraventa de energía renovable a largo plazo (PPA), suscrito por Aqualia y pionero en el sector del agua, para suministrarse de energía verde, apostando por una transición hacia fuentes de energía más sostenibles. 
 
Desde hace años, la compañía también trabaja en la reducción de las emisiones en su actividad. Aqualia fue la primera empresa del sector del agua en registrar la Huella de Carbono (HC) para toda su actividad en España, según la Norma ISO 14064-1. Esto supone un valor añadido a los municipios en los que presta servicio, al desarrollar las actividades con el mínimo impacto ambiental y la máxima eficiencia energética, creando entornos más seguros y controlados.
 
Ser más sostenibles aún es un gran reto a largo plazo, y Aqualia lo pone en práctica cada día con la gestión de más de cinco mil instalaciones (potabilizadoras, desaladoras, depósitos, bombeos, depuradoras), con la aspiración de alcanzar la máxima eficiencia, el 100% de la circularidad del agua, la creación de infraestructuras de alto rendimiento y la implantación de tecnologías propias de las smart cities aplicadas al ciclo del agua. 
 
Otro gran reto pasa por lograr que las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) se transformen en verdaderas biofactorías y contribuyan activamente a luchar contra la emergencia climática. Para ello, Aqualia desarrolla líneas de investigación orientadas a la recuperación y transformación de materia orgánica para convertirla en subproductos “bio” que puedan tener una nueva vida. En este sentido, el objetivo de Aqualia es convertir las EDAR en estaciones circulares o biofactorías capaces de recuperar, transformar y valorizar los residuos en recursos aprovechables, destinándolos a usos agrícolas o a su valorización energética.
 
 
 

Otro caso de éxito de las alianzas, en este caso de colaboración público-privada, es el que se está desarrollando desde hace años en Ibiza, donde Aqualia, gestora del Servicio Municipal de Agua, ha instalado un nuevo sistema de vigilancia y telecontrol de la red de distribución de agua potable en alta. Esta tecnología monitoriza la interconexión de las tres desaladoras existentes en la isla, lo que ha permitido optimizar el funcionamiento y aumentar considerablemente el rendimiento de las redes. El resultado: las averías se han reducido a la mitad y la eficiencia de las redes ha mejorado, contribuyendo de esta manera a paliar la escasez hídrica.
 
Muchos de los proyectos impulsados por Aqualia incorporan soluciones que garantizan el tratamiento de las aguas residuales de forma eficiente, segura y respetuosa con el entorno, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático. Algunos de ellos se están desarrollando en áreas protegidas o zonas de gran valor para la biodiversidad, como por ejemplo, en la depuradora de Medina del Campo, en Valladolid. Allí, Aqualia ha transformado el antiguo sistema de lagunaje para el filtrado de aguas residuales, poniendo en marcha un proyecto sostenible de depuración y reutilización de aguas que permite la recuperación del ecosistema. Actualmente, en las lagunas existe una población anual de 8.600 aves y se han contabilizado más de 120 especies de anátidas y aves relacionadas con el ecosistema. El proyecto ha servido de ejemplo y referencia en otras EDARs para la recuperación de dehesas y humedales. 
 
Otro caso es el de los humedales de Rufea, donde Aqualia está colaborando con el Ayuntamiento de Lleida en la restauración ecológica y la recuperación paisajística de este espacio natural de interés ecológico y social. Se trata de un espacio con lagunas fluviales y prados húmedos vinculados a la dinámica del río, que ahora se está recuperando para la ciudadanía y, especialmente, para usos naturalistas y educativas.
 

Fuente www.aqualia.com


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