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Flygt 3069 N™ Adaptativa, la “solución milagrosa” para la lucha contra las toallitas desechables


25/10/2017

Bombas aguas residuales
Flygt 3069 N™ Adaptativa, la “solución milagrosa” para la lucha contra las toallitas desechables
 
  • En marzo de 2017, la primera bomba Flygt 3069 con tecnología Adaptive-N™ que comenzó a funcionar en Francia generó grandes expectativas
 
El cliente, SUEZ, la importante compañía francesa dedicada a la provisión de servicios de agua, había estado lidiando con los constantes fallos en una de las estaciones de bombeo que la empresa opera, debido a la obstrucción de las bombas vortex para aguas residuales, con una frecuencia de tres obstrucciones por mes en promedio, lo que provocaba la interrupción del servicio, el incremento de los costos de mantenimiento por visitas técnicas no planificadas y los posibles riesgos ambientales en caso de flujos de retorno o desbordes. Transcurridos tres meses de su instalación, la bomba 3069 con tecnología Adaptive-N™ no se ha obstruido ni una sola vez.
 
La Flygt 3069 es una bomba para aguas residuales de última generación que garantiza un bombeo continuo y sin atascos en las condiciones más severas, e incluye la tecnología patentada Adaptive-N™ de Xylem, diseñada para eliminar obstrucciones.
 
La estación de bombeo en cuestión se ubica en Sully-sur-Loire, una comunidad de 5.700 residentes cercana a Orléans, muy conocida por su impresionante castillo fortificado que se erige en las riberas del río Loira.
 
“En este lugar, dos bombas, una bomba vortex  y la nueva Flygt 3069, operan conjuntamente, de manera que si una de ellas deja de funcionar, el bombeo no se interrumpe por completo hasta que se produzca el atasco de la segunda bomba”, manifestó Jean-Christophe Chambault, director de Proyectos de SUEZ, durante una visita a la planta. “Antes de la instalación de la nueva Flygt 3069, las dos bombas vortex se obstruían con bastante rapidez, una tras otra. La situación era cada vez más crítica”.

 

Obstrucciones causadas por toallitas desechables

 
Cuando un objeto sólido, como los materiales fibrosos y los residuos modernos, llegan a la entrada  de una bomba convencional, tienden a quedar atrapados en los bordes delanteros de los álabes del impulsor. ¿El principal responsable? Las toallitas desechables.
 
A decir verdad, el problema cobró tanta importancia que llevó a SUEZ a lanzar una campaña de sensibilización, orientada a informar al público sobre las consecuencias de tirar las toallitas al inodoro, bajo el lema de Abracadabra, lo que tiras al inodoro no desaparece como por arte de magia (aunque los fabricantes indiquen en el envase que esta práctica no conlleva riesgos). Aunque el mérito de la campaña está fuera de toda duda, lamentablemente los resultados no se vieron reflejados en las bombas, ya que estas siguieron atascándose con la misma frecuencia que antes.

 

Tecnología autolimpiante en una bomba de bajo caudal

 
“Las estaciones pequeñas tienden a ser más problemáticas que las grandes, especialmente cuando se trata de obstrucciones, debido a su pequeño diámetro de descarga”, explica Olivier Jarry, gerente de Saneamiento de Suez Eau France del distrito Gien. “En esta red de aguas residuales separada, el diámetro del orificio de descarga de la estación de bombeo es de 65 mm. Estábamos muy al tanto de la tecnología autolimpiante Adaptive-N™ de Flygt para las bombas más grandes, que permite eliminar las obstrucciones. Estábamos convencidos de que era eso lo que necesitábamos. Sin embargo, la medida más pequeña que ofrecían era de 80 mm. Con Xylem hemos disfrutado de una relación que ya data de varios años; por ello, cuando nos enteramos que la tecnología iba a empezar a ofrecerse en una gama compacta para orificios de descarga de 50 y 65 mm, no dejamos pasar la oportunidad de adquirir el equipo”.
 
La decisión resultó ser acertada, a juzgar por el hecho de que hasta el momento, cuando se produjo la visita, la bomba había estado en funcionamiento durante tres meses sin haberse obstruido ni una sola vez. Dado que la nueva bomba sigue operando en tándem con el segundo modelo vortex, más antiguo, la estación todavía no puede prescindir del servicio de mantenimiento para desatascar la bomba vortex, en espera de su sustitución por una bomba Flygt 3069. La diferencia es que ahora que sabemos que la 3069 seguirá bombeando sin obstruirse, las intervenciones se planifican con un programa regular: no más visitas los fines de semana ni de madrugada.

 

Reducción de costos y mejora de las condiciones de trabajo

 
“Eliminar las visitas de mantenimiento no programadas no solo redujo los costes en horas extra y horas de fines de semana, también mejora nuestras condiciones de trabajo”, señala Olivier Jarry. “El trabajo implica una cuadrilla de dos hombres, no solo por cuestiones de seguridad, sino también porque es necesario retirar la bomba de la estación de bombeo para desatascarla. Las visitas programadas pueden realizarse en las condiciones adecuadas. Los beneficios para los residentes son también importantes, ya que cada vez que se interrumpe el funcionamiento de las bombas, ello puede causar una molestia, entre otras cosas, la posibilidad de que emane un olor desagradable del flujo de retorno y, a la larga, incluso posibles repercusiones ambientales”.
 
Cada vez que la cuadrilla de dos hombres desatasca la estación, ello genera importantes costos de mantenimiento. Tomando como base una frecuencia de tres incidentes por mes, Jean-Christophe Chambault calculó que la bomba se amortiza en dos meses.
 
“Se trata de una solución milagrosa”, señala Jean-Christophe Chambault. “Actualmente estamos examinando la posibilidad de cambiar la segunda bomba de la estación de bombeo. En todo caso, si no ocurre antes, la 3069 será, sin ninguna duda, la alternativa para sustituir la segunda bomba cuando finalice su vida útil. Para entonces no tendremos más problemas que las inspecciones y el mantenimiento normales”.
 

Fuente impeller.xyleminc.com


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