El emisario de Talamanca, que tiene 32 años, está en malas condiciones por su antigüedad y ha tenido problemas de rupturas y derramamientos a la mar desde hace años hasta que en esta legislatura, se han puesto manos a la obra en su reparación y sustitución.

 

Así, en 2015 se contabilizaron cuatro rupturas de la instalación, la mayoría debido a una brida que unía dos partes de la cañería del emisario, una de fibrocemento con una de polietileno, que se movía en momentos de mala mar o temporal, provocando derramamientos. La estructura tuvo que encargarse a medida, a la Península, motivo por el cual tardó casi medio año en llegar a la isla, pero su instalación ayudó a reducir las rupturas contabilizándose una en 2016 y una este año 2017 que ha precipitado la puesta en marcha del nuevo emisario.

 
El consejero de Medio ambiente, Agricultura y Pesca, Vicenç Vidal, constató el primer año de legislatura que no sólo no había una partida reservada de tres millones de euros para iniciar las obras de sustitución del emisario de Talamanca, como se había asegurado, sino que además no  había ningún proyecto, sólo un análisis de alternativas de trazado. Por eso  a finales de 2015 la Agencia Balear del agua y la Calidad Ambiental (Abaqua) adjudicó, por urgencia, la redacción del proyecto a la UTE ITTA S.L-SISTEMA S.A-INURTEMA S.L. por 79.995 euros, sin IVA, y con una duración de seis meses.
 
Con la tramitación por urgencia se conseguía reducir a la mitad el periodo de tramitación del proyecto pero aún así esta ventaja hubiera supuesto iniciar las obras el 2019.
 

 

El 17 de junio de 2016 el Consejo de Gobierno aprobaba la sustitución inmediata del emisario de Talamanca, previa a la declaración de emergencia, cumpliendo la Proposición no de ley del Parlamento de las Islas Baleares de 21 de octubre de 2015, aprobada por unanimidad, por la cual se instaba el ejecutivo de la Comunitat Autónoma a hacer esta pasa. En el mismo sentido se había expresado el Ayuntamiento de Ibiza que, de hecho, cuenta con una Comisión de Seguimiento a tal efecto, al amparo de las recomendaciones y las peticiones de la UNESCO para proteger las praderas de posidonia bajo la amenaza de perder el título de patrimonio de la humanidad.
 
Los informes emitidos tanto por la Consejería de Medio ambiente, Agricultura y Pesca como por la Consejería de Salud preveían posibles y más que probables rupturas del emisario de Talamanca, con riesgo grave de afectar el medio marino (las praderies de posidonia) y la salud pública, que ya no se podían prevenir mediante intervenciones concretas debido a la obsolescencia del material originario, y constataban la necesidad imperiosa de sustituir el emisario mediante un procedimiento que permitiera una intervención administrativa inmediata y urgente.

 

Por eso se pudo hacer uso del mecanismo excepcional de la declaración de emergencia, dado que los informes técnicos lo justificaban de manera adecuada y calificaban la sustitución del emisario de imprescindible y urgente, debido a los riesgos medioambientales, de salud pública y socioeconómicos previsibles, y el hecho que este riesgos no se podían evitar mediante la tramitación ordinaria, que dura entre ocho y diez años, ni mediante la tramitación de urgencia (al menos cuatro o cinco años).
 
El 28 de junio de 2016 el Consejo de Administración de Abaqua declaró la emergencia de las obras de sustitución del emisario de Talamanca, de la dirección de obra y del contrato de coordinación de seguridad y salud. Además, va comanar la ejecución inmediata a la entidad pública TRAGSA. Un mes después, cumpliendo la legislación, se iniciaron las obras bajo la dirección de obra de GRADUAL Ingenieros.
 

 

La nueva infraestructura puede soportar un caudal máximo de 4.000 m3/hora, el doble que el antiguo, en previsión de la puesta en funcionamiento de la nueva estación depuradora de aguas residuales de Ibiza.
 
El emisario tiene una longitud de 2.037,84 metros, 1.005 de los cuales corresponden al tramo terrestre, 597 al tramo marino con perforación horizontal dirigida y 435,84 al tramo marino apoyado sobre el fondo, incluyendo los difusors, que tienen una longitud de 126,7 metros y están dispuestos en forma de Y.
 
Las obras, con un año de duración han contado con un presupuesto de 7,2 millones de euros.