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LIFE REMAR inicia las obras de construcción de las balsas para la recarga del acuífero del Baix Camp en Tarragona


09/06/2023

I+D+i
LIFE REMAR inicia las obras de construcción de las balsas para la recarga del acuífero del Baix Camp en Tarragona
 
  • Las obras tienen una duración prevista de dos meses y se prevé que a finales de este verano se empiece a infiltrar
  • El proyecto, que estará activo hasta finales del 2025, tiene como objetivo principal demostrar la viabilidad del MAR aplicado a efluentes secundarios de depuradoras, así como ser la hoja de ruta para la implementación y estandarización del proceso para otros lugares
 
Comaigua, empresa comarcal de gestión del ciclo integral del agua en el Baix Camp -parte del grupo Agbar-, con la colaboración de los socios del proyecto LIFE REMAR (LIFE20 ENV/ES/000284), CSIC, UPC, CNRS y Mejoras Energéticas, inicia las obras de construcción de las balsas para llevar a cabo la infiltración del agua procedente de la EDAR de Cambrils, aplicando la tecnología de recarga gestionada de acuíferos (MAR). Esta prueba piloto se pone en marcha con el 2,5 % del volumen total del efluente generado por la EDAR de Cambrils, que equivale aproximadamente a 100.000 m3de agua infiltrada por año.
 

Fases del proyecto

 
El trabajo de construcción para completar la infraestructura del proyecto LIFE REMAR consta de tres fases. La primera fase, iniciada recientemente, consiste en la construcción de dos balsas con una superficie total de 400 m2 cada una y dentro del recinto de la EDAR cercano a la salida del agua del tratamiento secundario.
 
La segunda fase consiste en la captación del efluente de la EDAR y la canalización del agua hacia las balsas. La porción extraída del efluente secundario de la EDAR se redirigirá a través de un sistema de canalizaciones y arquetas, para transportar el agua desde la salida del agua tratada de la EDAR hasta las balsas de infiltración. Se ha determinado que una pendiente del 1 % permitirá que el agua fluya por gravedad hacia las balsas, donde se producirá la percolación del agua una vez llegue a las balsas.
 
La obra de captación de agua se realizará de la arqueta de salida del agua efluente de la EDAR y al inicio de la tubería se dispondrá una válvula de control y un caudalímetro que permitirá un control constante sobre el flujo del agua. El último elemento singular del trazado de la tubería es la arqueta de distribución, donde se dispondrán dos válvulas para controlar a qué balsa se conducirá el agua.
 
La tercera fase consiste en colocar las capas reactivas al fondo de las balsas. Estas barreras, de un metro de grosor, funcionarán como un tratamiento complementario a la tecnología MAR, permitiendo así la retención y/o degradación de compuestos que consiguen superar el tratamiento primario y secundario de la EDAR. Estas sustancias, a la vez recalcitrantes y nocivas para la salud humana, son los contaminantes emergentes (CECs), microplásticos (MPs), patógenos, genes de resistencia a los antibióticos (ARGs), sólidos en suspensión, nitrógeno y fósforo.
 
La composición de la barrera combina elementos orgánicos e inorgánicos y unos materiales diseñados para aumentar su superficie de adsorción y absorción, además de contener otros elementos que ayudarán a la degradación de los contaminantes por microorganismos. Concretamente, se utilizará una mezcla de suelo obtenido durante el proceso de excavación de las balsas, restos orgánicos de poda de árboles y arbustos en diferentes grados de maduración, carbón vegetal y una pequeña proporción mineral.
 
La composición de la barrera se ha determinado gracias a tests de laboratorio a pequeña escala con el objetivo de conseguir un material natural, económico y el más eficiente posible que es al mismo tiempo el objetivo del proyecto REMAR: obtener un reaprovechamiento y un tratamiento adecuado del agua que sea sostenible y a la vez no implique un coste excesivo en maquinaria ni instalaciones ni energía; utilizando un proceso fisicoquímico que ya sucede de por sí en la naturaleza. El suelo entre las barreras reactivas y el acuífero aumentará aún más la capacidad depurativa y retentiva, proporcionando un agua renaturalizada.
 
Además, como un elemento extra que ayudará a la degradación y eliminación orgánica y natural de los contaminantes, promoverá el crecimiento de plantas adventicias, pioneras e higrófilas encima de las balsas. Esto, a la vez, permitirá aumentar la biodiversidad de la zona gracias al crecimiento de las plantas, ofreciendo hábitat y refugio para animales de todo tipo. Esta renaturalización del sistema permitirá a la vez una mejor eficiencia de degradación y retención fisicoquímica.

Paralelamente a las obras descritas, se realizará también la construcción de 8 piezómetros, perforaciones que permitirán un control del proceso de recarga del agua al acuífero y de la evolución de la calidad del agua subterránea. Dos piezómetros adicionales fueron instalados al inicio del proyecto para determinar la composición del subsuelo donde se ubicarán las balsas de infiltración.
 

Un avance ante la escasez de agua

 
Con esta tecnología se persigue que no solo suponga una solución eficiente de regeneración del efluente de la EDAR, sino que tenga también como objetivo la renaturalización de esta agua, en el sentido que sea indistinguible del agua natural.
 
El proyecto LIFE REMAR, financiado por la Unión Europea, será un referente en el uso de su procedimiento y tecnología para otros lugares amenazados de escasez de agua en zonas climáticas similares, es decir, como el Mediterráneo. Su amplia implementación supondría un ahorro hídrico y un reaprovechamiento de un recurso tan necesario como escaso en estas zonas.
 

Fuente www.life-remar.eu


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