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DMA 2025: "El agua que vendrá", presidente del Consorci Besòs-Tordera


21/03/2025

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DMA 2025: "El agua que vendrá", presidente del Consorci Besòs-Tordera

 

  • El agua que vendrá. El agua cuando viene, viene cuando viene y viene cómo viene
 
El cambio climático es un hecho: tan pronto sufrimos los efectos de la sequía como de las lluvias, no hay espacio para los negacionistas. La demografía de nuestro entorno nos evidencia un crecimiento de población en los últimos años bastante significativo.
 
Este crecimiento no ha ido acompañado de un incremento en la demanda total de agua de boca; por el contrario, los volúmenes de demanda se han mantenido más o menos constantes mientras la población crecía. Esto significa que, por habitante, el consumo ha ido disminuyendo. Como ciudadanía, hemos hecho una parte de los deberes reduciendo el consumo, aunque todavía hay un pequeño margen de mejora… poco, pero lo hay.
 

Artículo de opinión del presidente Oscar Sierra

 
 
 
En la zona metropolitana del ámbito Ter-Llobregat, a la que pertenecemos, la media de consumo está más cerca de los 100 que de los 150 litros por habitante y día. A pesar de este esfuerzo —y el sacrificio durante la sequía— ya pesar de las lluvias de los últimos días, la sequía persiste. Todavía estamos en estado de alerta y no se prevé su salida hasta que se contabilicen las últimas precipitaciones. En cualquier caso, mañana mismo podría ser el primer día sin lluvias que diera el pistoletazo de salida al siguiente episodio de sequía y, en ese caso, tendríamos reservas en nuestros pantanos como máximo para un año. Recordemos que las precipitaciones de los últimos tres años han sido de récord por esporádicas y escasas.
 
Ante esta situación, es necesario habilitar nuevas fuentes de agua. Éstas deben ser diversas si queremos tener un abastecimiento resiliente capaz de soportar con robustez los cada vez más frecuentes y largos períodos de sequía. En este contexto, el agua regenerada debe ser uno de los pilares de la solución. Es imprescindible depurar el agua residual para devolverla al medio en condiciones de ser aprovechada como recurso agrario, como recurso prepotable, ya sea en captaciones de agua superficial del mismo río o bien por infiltración y posterior extracción de los acuíferos aluviales en pozos estrechamente relacionados con los ríos.
 
Por otra parte, durante los aguaceros intensos, las redes de alcantarillado y los sistemas de saneamiento no son capaces de transportar y tratar todo el agua drenada por las ciudades. Es entonces cuando entran en funcionamiento los diversos mecanismos de desbordamiento que tienen las redes de alcantarillado para evitar que salten tapas y que se produzcan inundaciones del espacio urbano. En estos casos, el agua que sale por estos desbordamientos ha lavado previamente el polvo de los tejados y ha limpiado calles y carreteras de suciedad acumulada y los sedimentos acumulados en el alcantarillado desde el último episodio de lluvia, lejano en el tiempo y ya olvidado. De este modo, es como la tan deseada lluvia puede convertirse en un episodio de contaminación.
 
"Hay que habilitar nuevas fuentes de agua. Éstas deben ser diversas si queremos tener un abastecimiento resiliente capaz de soportar con robustez los cada vez más frecuentes y largos períodos de sequía"
 
Uno de los efectos visibles de esta contaminación son las toallitas y otros desechos atrapados entre la vegetación de ríos y rieras. Debemos aprender a evitar, o al menos minimizar al máximo, estos episodios de contaminación y dar la vuelta a la situación: debemos hacer posible que esta agua pueda ser recogida, tratada y almacenada en tanques de tormenta y acuíferos para que se convierta en un recurso para los períodos de sequía. Esto permitiría reducir la dependencia de la desalación, que es intensiva en consumo de energía, más cara y menos sostenible
 
Para poder hacer todo esto, habrá que invertir cada vez más en obras de alcantarillado para hacerlo más eficaz y eficiente, evitando escapes que contaminan los acuíferos, dotándolos de tanques de retención para contener desbordamientos en episodios de lluvia y poder regenerar a las depuradoras un mayor volumen de agua. Invirtiendo en alcantarillado, saneamiento, depuración y regeneración y aprovechando los acuíferos ahorraremos en desalación. Así podremos avanzarnos a cómo vendrá el agua que vendrá.
 
 
Oscar Sierra
 

Fuente besos-tordera.cat


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