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"El reto del sector del agua es atraer talentos heterogéneos e impulsar su empleabilidad" Lluc Pejó Director de la Escuela del Agua

07/12/2022

"El reto del sector del agua es atraer talentos heterogéneos e impulsar su empleabilidad" Lluc Pejó Director de la Escuela del Agua



La Escuela del Agua, referente en la formación del sector, cumple 10 años. Celebramos sus logros hablando con el director de la Escuela, Lluc Pejó, sobre esta década de trabajo, la labor de la educación profesionalizadora y los retos de futuro de la institución...
 
La complejidad del sector del agua requiere de una gestión del talento a la altura de sus múltiples retos. Desde hace 10 años, la Escuela del Agua forma y desarrolla a los profesionales del sector con el máximo nivel de excelencia y competencia y se ha convertido en esta década de trabajo en un referente tanto en España como a nivel internacional.
 
Esta institución especializada, impulsada por el grupo Agbar, ofrece programas de formación en materia de agua y medio ambiente dirigidos tanto a empresas como a profesionales, cubriendo todos los ámbitos del ciclo integral del agua con programas para todos los puestos clave de una organización.
 
Desde másteres y posgrados hasta cursos técnicos especializados, así como Formación Profesional Dual y programas educativos y de sensibilización ambiental, la Escuela del Agua forma mediante metodologías innovadoras que facilitan el aprendizaje y su inmediata aplicación.
 
De esta década cumplida y de los retos por lograr, hablamos con Lluc Pejó, director de la Escuela del Agua, en el día de celebración del señalado aniversario.
 

 
Lluc, ¿Después del acto de celebración, estáis cerrando este año especial, qué balance haces de estos 10 años de trabajo de la Escuela del Agua?
 
Es el balance propio de una historia de éxito. La Escuela del Agua nació de una visión estratégica muy clara: crear una cadena de valor en torno a la generación, la transferencia y la gestión del conocimiento. Hemos llegado hasta esta fecha con unas cifras bien llamativas: más de 25.000 estudiantes, más de un millón de horas de formación y sensibilización, 150 programas ejecutados…
 
Por tanto, 10 años después podemos reafirmarnos en aquella visión estratégica y en cómo la Escuela se ha ido conformando como un elemento clave de este ecosistema de conocimiento y de talento a lo largo de este tiempo.
 

¿Qué hitos y proyectos emblemáticos destacaría de esta década?
 
Precisamente lo que celebramos ahora son 10 años del inicio de cuatro proyectos que fueron la semilla de cada una de las líneas de actividad, que se han ido consolidando en la Escuela del Agua en esta década de trabajo. Por un lado, el lanzamiento de la primera edición del Master en Tecnología y Gestión del Agua, que fue el primer programa formativo abierto que dirigido al conjunto de profesionales técnicos y directivos del sector.
 
En segundo lugar, la firma del convenio para impulsar la Formación Profesional Dual, otra de las líneas que a lo largo de estos años hemos ido desarrollando y ampliando, tanto desde el punto de vista de presencia geográfica en distintas comunidades autónomas como del volumen de alumnos que han ido incorporándose a esta modalidad formativa. La tercera, el primer proceso de acreditación de competencias profesionales en el sector, una experiencia que también ha ido replicándose en varias comunidades autónomas, y que incluso ha desembocado en una metodología y herramienta propia para su implementación en empresas y organismos del sector.
 
Y el cuarto hito fue el germen del programa Aqualogía que a día de hoy es el proyecto emblemático del grupo Agbar para escolares de primaria, y que junto a los proyectos museográficos y los programas de educación ambiental han configurado la propuesta de concienciación y sensibilización de la Escuela.
 
 
¿Qué diferencia la experiencia de aprendizaje de la Escuela del Agua de otras propuestas formativas similares?
 
El punto diferenciador y que es a la vez fortaleza de todos nuestros programas es la clara vocación profesionalizadora de la formación. Todas nuestras acciones formativas buscan una experiencia única para los participantes y están orientadas a la adquisición de conocimientos y competencias que mejoran la empleabilidad de las personas y les permiten, en definitiva, crecer profesionalmente. Esto se materializa en unos contenidos absolutamente pegados a la realidad del sector, porque han sido identificados y elaborados por una red de expertos conectados a diario con la operativa de la gestión del agua, y en una metodología que promueve que se pongan en práctica estos conocimientos y competencias.
 
En el caso de la formación superior, todo el aprendizaje está basado en la resolución de casos técnicos reales. En la Formación Profesional, promovemos que ésta sea en modalidad dual y que por lo tanto se asegure que los contenidos que se aprenden sean los que se tratan en el día a día del puesto de trabajo. Y en la formación a medida, se conecta con las necesidades concretas de clientes, empresas e instituciones. Por lo tanto, es una cuestión de contenidos y metodología.
 


Lluc, ¿Cuál es la clave para conseguir una formación verdaderamente profesionalizadora?
 
En primer lugar, está la dimensión de lo que se necesita saber y saber hacer para acceder mañana al mundo profesional, que está muy relacionado con los conocimientos técnicos específicos vigentes. Pero también hay que formar a las personas para saber aprender continuamente, para adaptarse a las necesidades profesionales que van a necesitar, no mañana, sino pasado mañana.
 
Estamos en un mundo cambiante, y por lo tanto cuando hablamos de formación profesionalizadora hoy no solo debemos enseñar conocimientos técnicos actualizados, sino también competencias profesionales e incluso personales en un sentido más amplio, para que los alumnos puedan adaptarse a los cambios continuos del mundo profesional que se van a dar a lo largo de su carrera.
 

¿Cuáles son los retos del sector del agua en cuanto a gestión de talento?
 
El reto del sector es saber gestionar competencias y talentos muy heterogéneos dentro de un sector complejo. Por un lado, están las competencias técnicas operacionales que son muchísimas. No es lo mismo lo que tienes que saber si estás operando redes de agua y digitalizado su gestión, que si estás impulsando una biofactoría para convertir la depuración de agua en un proceso circular.
 
Después están las competencias digitales. Aquí hay algunas que directamente se entrecruzan con las competencias operacionales, pero hay otras que tienen que ver con la mentalidad digital, la agilidad de adaptación al uso de herramientas que transforman la gestión de equipos y el trabajo en las organizaciones. Luego hay un tercer grupo de competencias transversales o ‘blandas’ que también son muy necesarias para desenvolverse en los entornos profesionales, y que son clave para el éxito profesional: trabajo en equipo, inteligencia social, resiliencia, liderazgo…
 
Y por último, hay un cuarto grupo que tiene intersecciones con el resto: son las competencias ambientales, entendidas como la comprensión de la importancia que tiene el medio ambiente más allá de la tarea técnica concreta que estés haciendo, comprender los ODS desde una perspectiva global, a diferentes niveles. Tener, en definitiva, una visión sistémica del planeta es fundamental para alcanzar el propósito compartido de gestionar de la mejor manera un recurso esencial como el agua.
 

¿Cómo es la relación de la Escuela del Agua con sus alumnos y ex alumnos?
 
Nuestro objetivo es formar profesionales y concienciar personas. Nuestra visión de Alumni, la comunidad de alumnado y ex alumnado de los programas de formación superior, parte de este principio, y la entendemos como una comunidad de expertos que comparten el propósito de contribuir desde su capacidad profesional individual y colectiva a mejorar la gestión de un recurso esencial como es el agua.
 
Alumni es la oportunidad de tejer una verdadera comunidad a través de una plataforma que les permite mantenerse en contacto, acceder a las mejores ofertas profesionales o tener acceso a los principales eventos del sector… La filosofía es seguir alimentado ese ecosistema para generar y compartir conocimiento.
 
 

¿Qué peso tiene la educación ambiental en vuestro trabajo?
 
La educación ambiental es una de las actividades constituyentes de la Escuela del Agua. Es un orgullo para nosotros desarrollar programas de educación tanto para el grupo Agbar como para otras empresas y organismos públicos de distintos municipios y comunidades autónomas. Para Escuela del Agua es vital la sensibilización de los escolares y de la ciudadanía en general, mediante iniciativas como las visitas a plantas de tratamiento y otras infraestructuras del ciclo del agua, las actividades en centros educativos o a museos y centros de interpretación.
 
La comprensión de los aspectos ambientales a edades tempranas lo hace todo más evidente (lo comprobamos a menudo cuando las niñas y los niños vuelven a casa después de una actividad en la escuela y aleccionan a los mayores acerca de lo importante que es la separación de los residuos o el consumo responsable de agua). Pero aunque pueda parecer una contradicción, que sea evidente no quiere decir que sea simple; es evidente y complejo a la vez. Y este es uno de los elementos clave de nuestra propuesta pedagógica: las cuestiones ambientales tienen que incorporar la complejidad inherente al mundo en que vivimos.
 

¿Y qué peso tiene la colaboración público-privada?
 
Para la Escuela del Agua la colaboración público-privada forma parte de nuestra idiosincrasia. Para la gran mayoría de los proyectos que hacemos, ya sea en el ámbito de la formación superior con las universidades, como de la formación y cualificación profesional e incluso de la educación ambiental, lo hacemos en alianza con otras entidades.
 
Nuestros programas de Formación Profesional Dual son el caso más evidente de colaboración público-privada a distintos niveles, con las administraciones públicas, las consejerías de educación de las comunidades autónomas, una colaboración institucional que se traslada también al nivel de centros con las empresas operadoras y del profesorado con los profesionales del sector.
 

Para finalizar Lluc, ¿Cuáles son los retos para los próximos 10 años de la Escuela del Agua?
 
En primer lugar, profundizar todavía más en ser referentes en el impulso del talento en el ámbito del agua y el medio ambiente, actualizando de manera continua los contenidos y las metodologías de aprendizaje en nuestros programas, consolidando nuevos modelos híbridos de presencialidad y aprendizaje online… En segundo lugar, debemos profundizar en “cerrar el círculo profesionalizador”, ampliando las propuestas formativas a más colectivos clave de la gestión y la gobernanza del agua y consiguiendo que todo el talento formado se incorpore al sector en las mejores condiciones profesionales posibles.
 
Por último, queremos seguir aportando valor al grupo Agbar como palanca de transformación y de atracción de talento.
 

Muchas gracias.

 
 

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