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Ana Alcoceba, responsable de Calidad, Ambiental y Gestión de la Energía en AUDECA Grupo ELECNOR nos habla sobre la ISO 50001

20/12/2021

Ana Alcoceba, responsable de Calidad, Ambiental y Gestión de la Energía en AUDECA Grupo ELECNOR nos habla sobre la ISO 50001

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ELECNOR, es una de las principales corporaciones globales en el desarrollo, construcción y operación de proyectos a través de dos grandes negocios que se complementan y enriquecen; Infraestructuras y Concesiones.
 
Ana Alcoceba Gómez, responsable de Calidad, Ambiental y Gestión de la Energía en AUDECA Grupo ELECNOR, nos habla sobre la Certificación ISO 50001 para la Gestión de la Energía y sus beneficios en la implantación en instalaciones para el tratamiento de las aguas.
 


Ana, ¿qué es la Norma ISO 50001 de gestión de la energía?

 
Es el documento donde se establecen las bases y los requisitos que, aplicados de manera metódica, facilitan a las organizaciones el establecimiento del sistema que mejora el desempeño energético en sus instalaciones y/o en los servicios de mantenimiento prestados a terceros, como es el casos de las ESE (Empresas de Servicios Energéticos).
 
Es aplicable tanto a instalaciones, obras o servicio, independientemente de su tamaño y sector de actividad. Fue publicada por ISO (Organización Internacional de Normalización, por sus siglas en inglés) en 2011 y actualmente está vigente su versión de 2018.
 
Basándose en la conocida metodología PHVA (Planificar, Hacer, Verificar, Actuar), busca la mejora continua como pilar del sistema de gestión. Se organiza según la estructura de Alto Nivel, común a  todos los estándares de gestión, lo que facilita su integración con otras normas como ISO 14001, ISO 9001 o ISO 45001. 
 
 
¿Qué significa la implantación de esta Certificación en una planta de tratamiento de aguas?
 
En general, significa: implementar una política energética que nos conduzca a establecer y cumplir unos objetivos, con sus metas y planes de acciones que, teniendo en cuenta los requisitos legales y contractuales (en el caso de prestación de un servicio a terceros) y la información relacionada con los usos y consumos significativos de la energía, nos aboquen a la mejora de la eficiencia energética, a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y los costes asociados.
 
En particular, significa: conseguir el tratamiento de potabilización o depuración del agua, según el tipo de instalación, habiendo hecho uso de la menor energía posible; esto requiere, además de mejoras en el diseño de los procesos en la propia planta, monitorizar y parametrizar las variables que afectan al consumo de energía, el adecuado mantenimiento preventivo y el necesario mantenimiento correctivo de todos los equipos consumidores, así como la formación y la implicación de todas las partes interesadas (empresas, particulares, administraciones y personal asociado a la aplicación del sistema).
 
 
 
 
La implantación de esta norma conlleva un análisis exhaustivo de todos los consumos, pasados, presentes y futuros en la instalación. Esto no quiere decir que de forma general no se conozca esta información sino que la implantación del estándar permite hacerlo de una forma sistematizada, utilizando para ello procedimientos definidos que garantizan la trazabilidad de los datos, la objetividad de los resultados y la transmisión del conocimiento. Este último aspecto es clave en una organización, ya que permitirá exportar las experiencias adquiridas de unas instalaciones a otras, replicando el conocimiento, en especial respecto a las oportunidades de mejora.
 
Durante la primera fase de la implantación es necesario realizar un gran esfuerzo para recopilar toda la información que conforma la revisión energética inicial, documento orientado a determinar los usos significativos de energía y las oportunidades de mejora del desempeño energético.
 
Este documento es similar al resultado de una auditoría energética previa, pero en el caso de la revisión energética, debe ser entendido como el punto de partida de una propuesta más global,  el sistema de gestión, considerando éste como un salto de calidad al incorporar además otros aspectos de organización como el control operacional o el seguimiento y medición, entre otros.
 
 
Según vuestra experiencia Ana, ¿qué beneficios supone esta Norma para un servicio de explotación tanto público como privado?
 
Los beneficios son los mismos independientemente de que la explotación sea pública o privada; otro aspecto diferente es que, en función del tipo de contrato, el retorno de las inversiones se analizará de forma diferente.
 
Los beneficios están ligados a la mejora de la eficiencia energética, lo que supone por un lado un ahorro económico, aspecto especialmente relevante  en la situación actual del mercado eléctrico, donde todas las mejoras de eficiencia energética impactan directamente en la cuenta de resultados de la explotación.
 
Por otro lado, supone una mejora ambiental, ligada a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. En Elecnor llevamos más de siete años calculando y verificando nuestra huella de carbono y este tipo de iniciativas se enmarcan dentro de la estrategia frente al cambio climático, en concreto en el Objetico de Mitigación que nos permitirá reducir las emisiones de GEI en un 25% para el año 2030 (respecto a 2014)”.
 
El sistema consigue aumentar la transparencia y facilitar la comunicación, ya que la gestión de todos los datos se realiza de forma clara y trazable.
 
Además mejor la cultura en la organización, aumentando la concienciación del personal sobre la importancia en la reducción del consumo eléctrico, fomentando la implantación de prácticas responsables de consumo.
 
Por último la implantación de este sistema y en especial la revisión energética, ayuda al cumplimiento del Real Decreto 56/2016, de 12 de febrero, por el que se transpone la Directiva 2012/27/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de octubre de 2012, relativa a la eficiencia energética, en lo referente a las auditorías energéticas. Complementariamente esta herramienta permite mejorar la gestión del cumplimiento legal, ya que garantiza la identificación y evaluación de los requisitos legales, algo necesario dada la complejidad y variabilidad de la legislación en España.
 

¿Qué dificultades habéis encontrado en la implantación del sistema?  
 
Una de las principales dificultades de la implantación de este sistema, es la gran cantidad de información que es necesario gestionar para realizar una buena revisión energética, donde queden inventariados y descritos todos los sistemas, máquinas y equipos consumidores con sus características constructivas y sus ratios de potencia, su régimen de explotación, la contabilidad energética y la distribución de consumos, las mejoras a implementar y su viabilidad, el análisis de la facturación energética, el resumen de los ahorros derivado de la implementación de dichas mejoras, el resumen de los ahorros económicos y la consiguiente reducción de las emisiones de CO2, junto con las curvas bases de consumo que describe el comportamiento de consumo ideal de la instalación.  
En general una información muy exhaustiva que debe ser elaborada por personal con una gran capacidad técnica, profesionalidad y dedicación, como la que préstamos desde Elecnor a nuestros clientes.
 
 
En cuanto a experiencias y referencias en ELECNOR implantando la ISO 50001, ¿puedes hablarnos de algunas?
 
La experiencia de Elecnor en este campo es dilatada, habiendo obtenido la certificación según esta norma en el año 2013. Hemos certificado proyectos de explotación y mantenimiento de alumbrado público con reducciones de consumos de energía eléctrica superiores al 50% y en alguna de las sedes del Grupo, con reducciones de consumo de energía importantísimas en iluminación interior y climatización, que nos ha servido de aprendizaje de cara a prestar este servicio a nuestros clientes.
 
Por otro lado, desde el año 2020, también disponemos de las certificaciones como proveedor de servicios energéticos en las categorías de auditoría y consultoría energética, explotación e inversión (UNE 216701).
 
Recientemente se ha incorporado al alcance de esta certificación, la operación y mantenimiento de plantas de tratamiento de agua. Este trabajo ha sido desarrollado por un equipo de profesionales multidisciplinar, que ha trabajado en el análisis de oportunidades para la transformación energética de la planta. En este tipo de contratos, administración pública y empresa privada deben trabajar de la mano para alcanza la eficiencia energética de la instalación, algo que tendrá beneficios para todas las partes interesadas, incluida la sociedad en general. 
 
Además destacar que en ELECNOR hemos puesto en marcha un Sistema Integrado de Gestión Energética (e-SIGE), que nos permite la optimización de los consumo. Esta plataforma web, desarrollada internamente, proporciona un control exhaustivo de coste y de energía, y permite mejorar la gestión de los suministros eléctricos y la toma de decisiones (precio de la energía, repercusión sobre el consumo de las actuaciones de mejora implementadas, viabilidad de las inversiones, ratios e indicadores de eficiencia, etc.).
 
 



Para finalizar Ana, ¿para qué tipo de instalaciones en cuanto a capacidad de tratamiento crees que merece la pena esta implantación?
 
Desde mi punto de vista y con el firme convencimiento de las bondades de los sistemas de gestión, considero que la limitación no dependerá tanto de la capacidad de la planta como de las opciones de mejora de la misma y en especial, del plazo para acometerlas y conseguir alcanzar el retorno de la inversión.    
 
Es cierto que este plazo dependerá de si la mejora está siendo valorada desde el punto de vista de la administración pública, titular de la instalación, o desde la empresa explotadora.
 
Teniendo en cuenta esta situación, y para no perder el sentido de la norma, el análisis realizado en la revisión energética dará lugar a actuaciones de mejora que podrán ser acometidas por el organismo público, con mayor plazo de retorno de la inversión y otras por la empresa privada.    
 
 
Muchas gracias

 
 
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