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Toallitas y otros sólidos NO BIODEGRADABLES, arrojados por inodoros y otros...

10/01/2022

Toallitas y otros sólidos NO BIODEGRADABLES, arrojados por inodoros y otros...


Javier M. Elizondo Osés

Javier M. Elizondo Osés

  • Asesor en el ámbito del Agua

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"Mientras las entidades de Servicio sigan planteando criterios/políticas “buenistas”, cargándose con los costes (que pagamos todos), no habrá nada que hacer. Así que, sigamos -si quieren- con las informaciones, pero pasemos de una vez por todas a los hechos. No tenemos que estar pagando todos, los comportamientos incívicos de quienes “pasan” de todo"
 
Sigo viendo noticias en las revistas especializadas, en este caso en la Newsletter de AGUASRESIDUALES.INFO -adjunto enlace- La problemática del mal uso de las toallitas húmedas mantiene en jaque a las empresas de agua y saneamiento, sobre este mal uso y sus repercusiones en los colectores públicos.
 
Problemática que conozco de modo extenso, dada mi trayectoria de 34 años en el ámbito del agua (27 de ellos en labores de mando como Jefe de Explotación y de Mantenimiento en diversas empresas de Servicios -20 de ellos como Jefe de Mantenimiento en Servicios de la Comarca de Pamplona -S.C.P.S.A.-, entidad gestora de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona -M.C.P.-, con más de 1.500 Km de colectores y una población de más de 350.000 habitantes, al margen de, también en ella, 7 años en Proyectos y Obras, intentando introducir, desde cualquier puesto, cambios y mejoras para evitar estos problemas -incluidos los sistemas de atrapamiento de solidos en las salidas a cauces, para evitar su degradación, o la recogida previa de aguas pluviales en tanques de retención para evitar la salida directa de la primera escorrentía -que es más contaminante que las propias fecales, en base al arrastre de metales pesados, etc.-).
 
En esta última entidad, ya se les puso sobre la mesa (como Jefe de Mantenimiento) en el año 2006 -hace 15 años, nada menos- la problemática de este tipo de residuos sólidos no biodegradables (que no solo son las toallitas, sino productos de todo tipo, como bastoncillos de limpieza de oídos, compresas, algodones de limpieza de cutis, colillas… además de aceites vertidos desde locales de restauración con productos de limpieza de base de sosa cáustica, que generan placas de “jabones”), que se dan en todo tipo de infraestructuras (viviendas unifamiliares, edificaciones, centros ambulatorios/hospitalarios, comercios e industrias… por no hablar de las propias afecciones externas por vertido de materiales cementosos que opacan los colectores, limpiezas de portales aportadas a las rejillas de pluviales, así como colillas y demás productos arrojados a la calle, arrastrados hacia los sistemas de recogida y aportados a los colectores – o cegando los imbornales/sumideros en las redes unitarias).
 
Desgraciadamente, y a pesar de los altísimos costes generados en limpiezas, desatascos y en devolver la sección original a los colectores, o tener que restituirlos, … y haber tenido algún “susto” por el desplazamiento masivo de estos elementos a la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR), no se ha llevado a cabo otra acción que no sea la de información al público con lemas de “el monstruo de las cloacas” “el fantasma….”, acompañado de iconitos graciosillos.
 
Por supuesto que toda información al respecto es muy buena (es una pena que, al margen de los domicilios, donde es fundamental la concienciación de padres y trasmisión a hijos, no se traslade de modo relevante a instituciones educativas, desde la primera edad -no hay nada más efectivo, que un crio llamando la atención de sus padres), pero en un País como el nuestro, desgraciadamente, no se toma conciencia de los deberes sociales, en tanto en cuanto “no se tocan los bolsillos”.
 
Y no estoy hablando, en principio, de imponer sanciones (que se debiera hacer, por ordenanzas/normativas, ante cualquier reiteración de hechos), sino de establecer medidas para que el problema se le genere al individuo/colectivo/entidad cualquiera, que arroja los productos. Y nada tan sencillo (en costes globales, mucho menor que el conjunto de inversiones correctivas que se arrostran por las empresas de servicio) que la instalación de rejas en los registros externos de acometidas (formato sencillo y muy económico -pueden ser simples mallas de hierro corrugado de muy reducido calibre, para ejecutar hormigones armados-). Se instalarían en la salida de estos registros, de modo que se pudiese constatar la presencia de estos sólidos ante cualquier llamada al Servicio, para solucionarles el problema de atasco.
 
Y, por supuesto, el servicio haría estar presente al propietario/administrador para que lo observase, cobrando el servicio oportuno y/o indicando que llamasen a una empresa de servicio particular, por su cuenta. Cuando el propietario (administrador en caso colectivo) viese la repercusión monetaria en su propio bolsillo, de sus acciones incívicas, estoy convencido (por experiencia) que cambiaría drásticamente de comportamiento… o sus vecinos se lo harían cambiar.
 

Conclusiones

 
Mientras las entidades de Servicio sigan planteando criterios/políticas “buenistas”, cargándose con los costes (que pagamos todos), no habrá nada que hacer. Así que, sigamos -si quieren- con las informaciones, pero pasemos de una vez por todas a los hechos. No tenemos que estar pagando todos, los comportamientos incívicos de quienes “pasan” de todo.
 
Para terminar, y no explayarme más en contenidos respecto a otras múltiples cuestiones, adjunto el enlace a uno de mis artículos de mi página web www.elizondoasesordeagua.com que puede resultar de mucho interés para quien quiera acceder a él, sobre "Anegamientos por agua. Consideraciones".

 
Javier M. Elizondo Osés
 
 

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