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¿Seduce a alguien la REUTILIZACIÓN de las aguas residuales?

01/05/2018

¿Seduce a alguien la REUTILIZACIÓN de las aguas residuales?


Lorenzo Correa Lloreda

Lorenzo Correa Lloreda

  • Autor del proyecto FUTURODELAGUA.COM
  • Executive & Life Coach por la Escuela Europea de Coaching (2011)
  • Master en Coaching con PNL por la AEPNL (2010)
  • Practitioner en Programación Neuro Lingüística (PNL), por la Asociación Española de PNL (2008)
  • Post grado en dirección y gestión ambiental, por la Fundación Abat Oliba (1998)
  • Ingeniero Civil, por la Universidad Politécnica de Madrid (1980)

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  "Las aguas residuales no están presentes en nuestra vida, sino que ocupan una zona oscura e invisible"

 
Los expertos en gestión del agua tienen cada día más claro que el futuro pasa por la reutilización sostenible de las aguas residuales, porque solo así se garantizará un acceso solidario al agua para todos, sin que nadie quede atrás observando con sana envidia cómo la reutilizan los ricos.

 

¿Es posible que este desiderátum se convierta en realidad en un plazo razonable de tiempo?

 
Depende, porque del dicho al hecho va mucho trecho. Lo que sí es seguro es que la velocidad será más alta y la senda más segura si lo hacemos aplicando las técnicas de seducción.
 
Partimos de una base poco seductora pues actualmente la mayoría de las aguas residuales ni se vehiculan a través de una red estanca ni se depuran en plantas que funcionen. Como resultado, los países en vías de desarrollo, auténticos protagonistas del futuro del agua retornan sus efluentes al medio en forma de  aguas sin tratar,  en el  90% de los casos.
 
O sea que los ríos, los acuíferos y las aguas litorales reciben una carga contaminante brutal en estos ámbitos en casi todo este entorno de pobreza, dándose la paradoja de que cuanto más se lucha por dotar de industrias y actividades productivas a un país subdesarrollado, más se contamina su medio hídrico y más se afecta a la salud de los usuarios beneficiados cuya agua potable es una bomba de relojería para quien la use.
 
El cliente percibe el agua residual como algo maloliente y sucio y desvía la vista hacia otro lado cuando siente su presencia en un entorno próximo o evita acercarse allá donde se la trata.
 
Con esta situación, es difícil conseguir su confianza para que se crea que es posible darle vuelta y conseguir un agua incolora, inodora e insípida por muy sofisticado que sea el tratamiento que reciba.
 
Muestra de ello es lo difícil quer resulta ubicar en un entorno urbano una depuradora. Nadie la quiere cerca.
 
Ahora está de moda la economía circular y no dejamos de oír y leer argumentos sobre el enorme valor que tienen las aguas residuales regeneradas, lo que nos indica que estamos en el umbral del inicio del camino al futuro, reflexionando sobre lo que “emocionalmente” se está haciendo y sobre cómo habría que hacerlo para que esa reutiización sostenible sea la solución al problema y goce de la confianza del usuario doméstico, industrial y agrícola.
 
Pero la realidad es que hoy en día se reutiliza todavía muy poco para lo que se podría reutilizar, que “cuesta” reutilizar porque existe una enorme desconfianza sobre el uso de agua reutilizada, que se intensifica aún más en el ámbito agrícola.
 
No sólo hacen falta argumentos con datos fiables e irrebatibles (menester de los científicos), sino también una forma de actuar que produzca el imprescindible cambio de comportamiento voluntario del usuario (menester de los políticos y sus adláteres comunicadores)
 
Dejamos a los científicos con su arduo trabajo, porque esa no es la principal barrera a derribar, aunque a muchos les parezca que su trabajo es el único que hay que hacer, y ocupémonos de los comportamientos, ya que el derribo de esa barrera sí que exige un trabajo ímprobo y sobre todo, emocionalmente inteligente

 

¿Cuál sería la estrategia de seducción a seguir para modificar estos comportamientos de forma voluntaria?

 
La que indicamos a continuación, apoyada por ejemplos de actuaciones que hoy ya son una realidad en nuestro planeta.
 
 
 
 
En primer lugar hay que elaborar un argumentario claro e inteligible para el “cliente” que es el que paga, en el sentido de presentar la reutilización como una actividad que permite ahorrar inversiones y gasto energético. Y que además genera ingresos y contribuye a mejorar el estado ecológico de las masas de agua. Afortunadamente ya hay ejemplos de ello y a ellos hay que remitirse, mostrando los resultados que se obtienen.
 
Un ejemplo cercano sería el de la prueba experimental realizada en la Depuradora de Rubí- Valldoreix (Barcelona) en la que el proceso de depuración produce más energía de la que  consume.
 
En este proyecto europeo denominado Saving-e participó la Universidad Autónoma de Barcelona y personal de la empresa Depuración de Aguas del Mediterráneo (DAM), la Agencia Catalana  del Agua (ACA) y la Plataforma Tecnológica Europea para el Agua (WssTP).
 
La depuradora utiliza toda la materia orgánica presente en el agua residual para producir biogás, fundamentalmente metano, que se usa para obtener calor y electricidad, mientras que el nitrógeno del agua residual se elimina sin necesidad de materia orgánica, mediante una nueva tecnología basada en dos etapas biológicas (un reactor aeróbico de nitritación parcial y un reactor anammox).
 
Así pues la depuradora ya no es la instalación con la que se asusta a los niños si se portan mal, ese pozo negro y maloliente del que hay que huir, sino que se presenta como una instalación moderna, sostenible  y rentable para el bolsillo. Realmente seductora.
 
El segundo capítulo de la estrategia de seducción pasa afrontar de una vez por todas la ejecución del cambio de paradigma cultural respecto al agua reutilizada.
 

  "Las aguas residuales no están presentes en nuestra vida, sino que ocupan una zona oscura e invisible"

 
Esta oscuridad provoca rechazo a la idea de su reutilización, como todo lo que se adivina sucio y maloliente. Toca dar a conocer las experiencias exitosas, como las cocinas etíopes que alumbran gracias al biogás, o como  los sanitarios secos Eco-san que evitan la mezcla de la orina con las heces y reutilizan éstas como abono en jardinería, o como las plantas de co-compostaje que producen fertilizantes mediante el uso de biosólidos procedentes de depuradoras que se aplican, por ejemplo, para componentes de sustratos de vivero para plantas forestales y ornamentales y como enmendante de suelos para el cultivo de especies forestales de crecimiento rápido, como el eucalipto y el  chopo.  
 
De todas ellas hay ejemplos que funcionan en todo el mundo, solo hace falta deconstruir el discurso sanitario con paciencia y determinación hasta que sean aceptados sin reticencias y el concepto de depuración produzca un impacto diferente en la conciencia de quien lo recibe, del cliente.
 
El siguiente paso es hablar más de economía inducida, incluyendo el  concepto de ahorro en el discurso, dando a conocer que un uso agrícola de aguas residuales recicladas ahorra mucho al evitar tener que comprar fertilizantes químicos.
 
Por ejemplo, regando 140 ha pueden ahorrarse en Sudamérica $ 135 por ha y año, que ya no hay que destinar a la compra de fertilizantes químicos. No hace mucho, expusimos aquí el caso de Singapur, donde la venta de agua reutilizada para usos industriales incita a las administraciones y empresas operadoras del agua a invertir en el tratamiento de aguas residuales.
 
Así lo está haciendo en India la Nagpur Municipal Corporation, que opera en los 10 municipios que componen el distrito de Nagpur, gestionando el abastecimiento, el saneamiento, la recogida de  residuos, el urbanismo, las carreteras, el alumbrado público y los parques y jardines de una población superior a los 4 millones de habitantes y que es la primera empresa de estas características del país que obtiene beneficios con el tratamiento de aguas residuales.
 
 
 
 
En este blog proclamamos siempre que el lenguaje es el único generador del pensamiento y por ello afirmamos que la comunicación, que es el vehículo en el que el lenguaje viaja, es imprescindible para lograr el cambio de paradigma. 
 
Singapur vuelve a ser el mejor ejemplo en este caso, al destinar a los mejores comunicadores a ocuparse de generar confianza en la población respecto al uso universal de las aguas residuales tratadas. La clave del éxito ha estado en el establecimiento, por parte del comunicador, de estrechos lazos entre la reutilización y las tres preocupaciones fundamentales de cualquier nación: la salud, el empleo y el desarrollo.
 
Y precisamente una estrategia seductora de comunicación debe incidir en destacar el alarmante  incremento de la resistencia a los antimicrobianos (RAM), que puede propagarse de los sistemas de tratamiento de aguas residuales y a la que será muy difícil poner barreras en países en vías de desarrollo.  
 
La RAM pone en peligro la eficacia de la prevención y el tratamiento de cada vez más infecciones por virus, bacterias, hongos y parásitos, suponiendo una amenaza cada vez mayor para la salud pública mundial. Por ejemplo, la cirugía y la quimioterapia fracasarían en muchos casos si los antibióticos no son eficaces: las enfermedades durarían más y los fármacos serían más caros, aumentando el coste de la atención sanitaria a los pacientes con infecciones resistentes, en comparación con el de los pacientes con infecciones no resistentes.
 
Cada año, 480.000 personas presentan tuberculosis multirresistente, y la resistencia a los fármacos empieza a complicar también la lucha contra el SIDA y el paludismo.
 
Esto tiene implicaciones sociales y económicas negativas y actualmente se está tratando solo como un problema de salud pública, incidiendo exclusivamente en disminuir el uso de antibióticos. Sin embargo, es fundamental asegurarse de que los residuos que contienen rasgos de RAM se manipulan con seguridad. Necesitamos más información sobre los contaminantes emergentes y será importante pensar en esto a medida que un número creciente de países comience a liberar estos compuestos en los vertidos de aguas residuales.
 

La economía del agua también debe ser seductora

 
Los inversores y los bancos de desarrollo están buscando socios gubernamentales o industriales solventes y confiables. Debe pues trabajarse duro en la definición de nuevos modelos de negocios incluyendo asociaciones público-privadas. Ejemplos hay ya en todo el mundo. Solo hay que seguir por esa senda.

 

Y qué decir de la política

 
Como ya hemos explicado en este blog, el activismo político y la presión sobre los gobiernos locales pueden derribar barreras hasta entonces infranqueables. La ciudad de Nueva Delhi planea reutilizar el 25% del total de aguas residuales producidas en 2018, el 50% en el 2022 y el 80% en 2027. Esto se debe principalmente al conocimiento generalizado del estado terminal del río Yamuna que fluye a través de la ciudad. Los peregrinos acuden a él porque creen que este río es un padre misericordioso que otorga bendiciones a sus devotos  y un potente purificador que limpia el corazón de contaminaciones.
 
Acuden seducidos por el río a sumergirse en sus benéficas aguas y se encuentran un tramo de 100 km entre Delhi y Saharanpur, totalmente seco y que se utiliza como pista para camiones. El agua ya no llega ahí porque  se embalsa en cientos de presas que la derivan hacia los cultivos y las poblaciones ribereñas.
 
Más abajo, donde hay caudal, solo hay agua procedente de vertidos urbanos, agrícolas y efluentes industriales. Todas las ciudades y aldeas incluida Delhi, vierten en el río aguas residuales parcialmente tratadas por lo que la DBO es de 51 durante los lluviosos monzones y de 103 durante los períodos secos.  
 
Además, el plomo y otros metales pesados, como el hierro y el zinc, junto con los pesticidas, el arsénico y el NDM 1 (un gen inmune a todos los antibióticos conocidos) también están presentes en el agua en una cantidad que supera con creces los límites máximos aceptables.
 
Por todo ello,  en el año 2014 se inició una campaña entre los devotos, en los templos y entre  los menos devotos, en las ciudades y redes sociales, denominada “Salvemos al Yamuna” con el resultado de que el Tribunal Superior de Uttarakhand ordenó otorgar al Ganges, al Yamuna y a sus afluentes los títulos de ‘seres vivos’, reconociendo sus derechos.
 
Este ejemplo nos indica la importancia que tiene en muchos países el hecho de asociarse con líderes religiosos para trabajar conjuntamente. Sobre todo en países en los que las creencias personales prohíben consumir cultivos regados con aguas residuales.
 
En estos casos, la FAOctrabaja con gobiernos locales y líderes religiosos para generar confianza a través del conocimiento de las técnicas y de lo terrible que sería seguir como hasta ahora transmitiendo el mensaje de que el uso de aguas residuales tratadas en la agricultura no está en contra de la religión ni perjudica a nadie, si se gestiona bien.
 
Para finalizar, la estrategia seductora culmina en cada hogar, en cada casa, dando a conocer e impulsando el uso de pequeños y baratos dispositivos de ahorro o de purificación, que muestran y comparan la calidad de las aguas residuales con la del agua mineral envasada, el agua del grifo y el agua del río o arroyo en términos de sólidos disueltos totales.
 
Cuando la gente (sobre todo de clase media y baja urbana), ve estas aguas y compara su turbiedad, color y olor,  decide usar estos adminículos y beber agua filtrada como norma. Los ejemplos existentes demuestran que en zonas rurales es más difícil que este cambio de hábito se produzca y por ello hay que seguir incidiendo en ellas.
 
Hasta aquí la estrategia mundial de seducción para conseguir eliminar creencias limitantes en el uso y consumo de agua procedente de una depuradora e introducir en nuestra vida cotidiana hábitos distintos. Por ahí debemos ir hacia un futuro del agua sostenible y solidario con todos los seres humanos que tienen el derecho de usarla  y disfrutarla, respetando el patrimonio hídrico.
 
 
Lorenzo Correa Lloreda
 

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