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Mitos y leyendas de la depuración: El mito de NOCARDIA

28/08/2020

Mitos y leyendas de la depuración: El mito de NOCARDIA


Andrés Zornoza Zornoza

Andrés Zornoza Zornoza

  • Científico freelance
  • Director Área H2O en WALEBUBLÉ y H2OCITIES
  • Doctor en Ingeniería del Agua y Medioambiental (UPV)
  • Fundador de www.walebuble.com

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"Si hay alguna bacteria que, sin duda, esconde verdaderos mitos, esta es NOCARDIA, ¿Quién no ha oído alguna vez hablar de Nocardia?"
 
Todavía es muy común escuchar y leer relatos tradicionales referidos a remedios prodigiosos de alquimista para el control de la terrorífica Nocardia, que no hacen más que alimentar la esperanza de los jefes de planta y el "bolsillo" de otros. 
 
En primer lugar, tengo que apuntar que actualmente el término Nocardia es incorrecto. La conocida formadora de foaming Nocardia amarae, fue reclasificada en el año 1994 como Gordona amarae y, posteriormente, nombrada como Gordonia en 1997, denominando en 1999 a los organismos con morfología similar como Gordonia amarae-like organisms (GALO). 
 
Llegado este momento, tengo que aclarar que no todas las bacterias ramificadas corresponden a GALO. Esta última muestra filamentos ramificados aproximadamente en ángulo recto, mientras que existe otra cuyas ramificaciones son en ángulo agudo, tal cual se ha descrito en Skermania piniformis,  originalmente denominadas como “pine tree-like organisms” (PTLOs). 
 
Para mayor aclaración, mostraré las imágenes que corresponden a cada una de las mencionadas bacterias.
 
 
Entre los muchos remedios caseros que alimentan las esperanza de cientos de jefes de planta es, sin duda, "asfixiar" el reactor biológico durante largas y tendidas  horas, mediante la parada de los sistemas de aireación. 
 
De forma muy común se ha indicado que el grupo Mycolata, al cual pertenece GALO, lo forman organismos obligatoriamente aerobios. Sin embargo, los resultados de los estudios de ecofisiología in situ parecen contradecir dicha afirmación, puesto que en algunos trabajos la asimilación del sustrato ha sido también observada bajo condiciones anóxicas y anaerobias, utilizando nitrato y nitrito (menor asimilación) como aceptores terminales de electrones. Teniendo en cuenta lo indicado sobre el oxígeno disuelto, parece lógico que algunos autores no hayan encontrado una relación significativa entre dicha variable y Gordonia sp.
 
Dejar sin oxígeno de manera permanente, entrando agua bruta al reactor biológico, provocará que en breves horas baje el nivel de espumas dando falsas esperanzas a los responsables de planta. 
 
Dicha acción tiene un efecto rebote de consecuencias catastróficas, siendo realmente suspiros envenenados, pues al reiniciar la aireación se multiplica el espesor inicial de espumas, lo cual no hace más que empeorar la situación. 
 
La limitación de oxígeno provoca rotura de filamentos de GALO, liberando más biosurfactantes (ácidos micólicos) de las paredes celulares y, por tanto, mayor espesor de las espumas o natas. Entonces es cuando llega el pánico y empezamos a correr.
 
 
 
La malas noticias continúan, pues GALO desarrolla una elevada capacidad exoenzimática (fosfatasa, glucuronidasa, lipasa y esteresa), que le permite sobrevivir cómodamente durante largas temporadas en la propia espuma. 
 
Por esta razón, los episodios de espumas pueden durar varios meses en las EDAR, si no se actúa de una forma mecánica eficaz y/o se toman medidas de control operacional. 
 
Además, GALO es un atrevido comensal que “come a la carta”, lo que le apetece en cada momento, es decir, muy versátil. Esta es la razón por la cual puede convivir y disfrutar con su amiga incondicional de fatigas, Microthrix parvicella, puesto que no son como las bacterias PAO y GAO, sino que ocupan diferentes nichos en el sistema.
 
Supongo que ahora muchos de los lectores se estarán preguntando: ¿qué hago entonces, purgo, no purgo, aumento la carga, la limito, etc? Bien, esta pregunta no tiene una respuesta concreta. 
 
Como acabo de señalar, la versatilidad respecto a la asimilación de sustratos hace que GALO sea una bacteria “mercenaria” difícil de doblegar. Cada episodio se ha de estudiar de forma particular, para intentar averiguar cuáles son las condiciones ambientales que podrían estar favoreciendo su desarrollo. En función de estas hipótesis, entonces es cuando actuáremos. 
 
Previamente, será necesario revisar la estructura flocular y el análisis macroscópico del fango activo, los organismos bioindicadores (protistas y metazoos), las variables operacionales y fisicoquímicas del afluente al reactor, licor mezcla y agua tratada, así como valorar la presencia de GALO en las espumas.
 
Cada EDAR es única y distinta a las demás. La acción correctora que puede ser efectiva para un jefe de planta no tiene por qué serlo para otro, aun siendo su EDAR similar. 
 
Por todo ello, la bibliografía (artículos, manuales, etc.) está llena de contradicciones sobre las medidas correctoras de operación. En algunos casos será adecuado purgar, en otros incrementar el tiempo de retención hidráulico o elevar la carga másica, etc.
 
Espero que con este artículo haya contribuido a que el mito de Nocardia pase a ser un bonito recuerdo, resaltando tres aspectos importantes:
 
  • Que Nocardia, desde ya hace tiempo, ya no es la Nocardia que pensamos que es, siendo su nombre correcto Gordonia amarae-like organisms (GALO).
     
  • Que limitar de forma continua el oxígeno no hará otra cosa que no sea conducirnos al pánico.
     
  • Que no existen medidas operacionales concretas para su control, teniendo que ser estudiada cada EDAR de forma particular.
 
Podréis encontrar más información sobre estos problemas y otros en nuestro canal de Instagram: microbiology_channel
 
 
Andrés Zornoza
 
 


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