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Algunas REFLEXIONES sobre 40 años en el sector del tratamiento del agua

07/06/2016

Algunas REFLEXIONES sobre 40 años en el sector del tratamiento del agua


Rafael Mantecón Pascual

Rafael Mantecón Pascual

  • Coordinador de Saneamiento y Relaciones Externas en el Area Metropolitana de Barcelona
  • Presidente de la Comisión V de AEAS para la depuración de las aguas residuales

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Del g/L a la ppt


El 01 de julo de 1.977 yo era un crío, provinciano, de Zaragoza, recién llegado a Barcelona y con conocimientos muy escasos del agua. Comencé mi actividad profesional nada menos que, por aquel entonces, en la maravillosa SGAB, los mejores medios y técnicos que podía tener. Mis primeras herramientas unas botas de agua, un plano de la riera de Rubí, un cajón con botellas vacías y una cajita con difenil-carbacida y Cloramina-T para mirar cromo seis y cianuros. Mi primer trabajo: encontrar los desagües en la riera, marcarlos en el mapa ( por entonces no había ninguna EDAR, todo se vertía al río) y comprobar “in situ” si había cromo y cianuro. Fue mi bautizo en el mundo de la inspección. 

Ahora que me he vuelto un apasionado de la historia y su relación con el agua, me veo a mi mismo cuando empecé, como un auténtico aprendiz del “gremio de la inspección” convertido a lo largo de los años en un oficial y con la enorme ilusión de llegar a ser un maestro. Es lo que tiene la historia, el agua es parafraseando a Confucio, “como la conducta del sabio: carece de sabor, pero a todos complace; carece de color, pero es bella y cautivadora; carece de forma, pero se adapta con sencillez y orden a las más variadas figuras”. 

Han pasado 40 años y lo que mejor define todo lo que ha sucedido es la segunda parte de título de este escrito, en el mundo del agua hemos pasado prácticamente del control en g/L a ppt y en la calidad, exactamente igual, dime que agua quieres y si la pagas, la tienes. Es decir, de la nada al todo, hablemos de agua potable, de agua residual o de agua regenerada. Desde entonces todo ha evolucionado tanto y tan rápidamente que, muchas veces, es muy complicado asumirlo y seguirlo.

Afortunadamente es muy difícil hoy día pasearse por esta España y no encontrarse con casi todo el alcantarillado conectado a grandes sistemas de depuración con enormes EDAR, con  una alta tecnología implantada  y que define muy bien la calidad y el saber que del agua tienen nuestros técnicos. Hemos pasado, como decía antes, de la nada al casi todo. 

Recuerdo que cuando  empecé, solamente Barcelona y a través de una empresa privada, se controlaba la contaminación en origen, se trabajaba con una Ley de Aguas de 1.879 (no es hasta 1.985  que se cambia la Ley) y ello porque tenía una influencia directa en el río Llobregat y por lo tanto en el abastecimiento en la ciudad. De saneamiento ni hablamos. Posteriormente y desde el año 85 del siglo pasado se ha ido legislando, “quizás en exceso”, fundamentalmente debido a nuestro ingreso en la UE, de tal forma que no encontraremos autonomía, municipio, región, mancomunidad, etc., que no disponga de su propia legislación tanto en abastecimiento como en saneamiento, con sus redes, sus EDAR, sus laboratorios y sus servicios de inspección y control de la calidad.

Las industrias y los usuarios domésticos también han cambiado, la contaminación por vertidos industriales ha ido descendiendo ya que la industria mayoritariamente ha incorporado sistemas de tratamiento de sus vertidos, modificando procesos y eliminando materias primas contaminantes. Se está logrando, gracias a un eficiente (pero mejorable) control de la contaminación en origen, encontrar un punto de inflexión en donde la industria puede verter y el gestor de la EDAR está en disposición de depurar.

Por otro lado, los usuarios domésticos han evolucionado en sus costumbres, consumen bastante menos agua pero, sin embargo, la concentración no ha variado y esto tiene una consecuencia directa e importante en el agua que llega a nuestras depuradoras: más carga para unas EDAR que fueron diseñadas y construidas para trabajar con unos parámetros estándar de diseño diferentes y que por lo tanto no pueden rendir en los % adecuados. Sin hablar de otro problema añadido y muy de moda en la actualidad, cual es la aparición de los nuevos contaminantes emergentes de procedencia difusa y muy ligados a los vertidos domésticos: detergentes, cosméticos, fármacos, drogas, etc. 

Hablemos ahora un poco del aprovechamiento de los recursos. Hasta la década del 2.000, tan solo hace 16 años, bastante hacíamos con depurar y acondicionar tanto el agua como el fango. En la actualidad, hemos dado un giro de 180º y ahora solo se habla de economía, de rentabilidad (economía circular). Regenerar y reutilizar el agua, transformar el fango en residuo  reutilizable, generar energía para el autoconsumo e incluso su venta, podríamos decir que de plantas depuradoras hemos pasado a ser centros de producción en donde el residuo de las ciudades pasa a convertirse en verdaderas materias primas capaces de producir beneficios, tanto económicos como sociales. 

Y qué decir de las nuevas tecnologías, en que hemos pasado de válvulas de cierre manual a ordenadores que lo mueven y lo controlan todo, de cinco turnos a tres, de la importancia del pliego a la importancia del software. Control “on-line”, inspección “on-line”, de los cuadernos de control a los archivos en discos duros, de los planos y delineantes al autocad, de las valoraciones con bureta a auténticos cerebros electrónicos que son capaces de analizarte la tabla periódica en un segundo. Inconvenientes sí, reducción de personal; ventajas muchas, rapidez, seguridad, rentabilidad a todos los niveles.

No quiero acabar este repaso de mis 40 años de profesión sin comentar algo que esta últimamente muy de moda y que me preocupa muchísimo. El modelo de gestión del agua. Después de haber trabajado 11 años en la empresa privada y 28 en la pública, creo que conozco bastante bien los dos modelos y los dos pueden ser buenos.

Se está hablando mucho de cuál es el mejor, si el público o el privado y sin intención de definirme creo que se obvia absolutamente lo más importante, el agua es un bien escaso, mal repartido y a veces mal gestionado. Sin embargo su calidad está ligada a la técnica.

Lo importante, repito, es su calidad, que lo que se tenga que hacer esté bien hecho y, sobre todo social y económicamente rentable para el usuario, es decir, el ciudadano. Quién lo haga, no es lo más relevante, lo importante es que se haga y que esté bien hecho a su verdadero precio.

 

Rafael Mantecón Pascual

 


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Comentarios Publicar comentario
21/06/2016
Marc Moliner i Rafa escribió:
Excelente reflexión.

Rafael, gracias por contribuir a pasar de la nada al casi todo. Continuaremos trabajando intensamente para mantener y mejorar en lo posible la actual gestión del agua, con reconocimiento a la gran labor realizada, ambición en los objetivos y rigor y ponderación en las acciones.
16/06/2016
Ricardo Vázquez Pérez escribió:
Es difícil decir tanto en tan corto espacio y de forma tan coherente. La historia, la opinión y el recuerdo es algo que nos interesa a todos los que hemos tenido la fortuna de ser admitidos en éste mágico mundo del agua....Enhorabuena¡
09/06/2016 Rafael, agradecerte públicamente la predisposición en todo momento por tu parte para la colaboración y participación en cualquier tipo de iniciativa relacionada con el tratamiento del agua.

Los profesionales del sector, te vamos a echar de menos!!!!

Muchas gracias por todo lo que nos has enseñado.