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El Ayuntamiento de Unzué y NILSA inauguran su nueva depuradora de aguas residuales


15/05/2024

Saneamiento urbano
El Ayuntamiento de Unzué y NILSA inauguran su nueva depuradora de aguas residuales

 

  • El trabajo conjunto entre NILSA, como ente instrumental del Gobierno de Navarra, y concejos, ayuntamientos y mancomunidades es fundamental para la correcta gestión del agua como recurso básico y para una gobernanza sostenible del territorio que combata la despoblación rural
 
El ayuntamiento de Unzué y NILSA han inaugurado la depuradora de la localidad. La mancomunidad de Mairaga estaba invitada, pero no ha podido acudir debido a un incendio de última hora en una nave industrial, al que los representantes han tenido que desplazarse de urgencia.

También se ha contado con la presencia del Director General de Administración Local, del departamento de Cohesión Territorial, Jesús María Rodríguez, en representación del ejecutivo foral, quien ha subrayado la colaboración entre entidades locales y Gobierno de Navarra en el modelo de depuración de aguas residuales, que lleva vigente desde 1989.

Por su parte, el gerente de la entidad, Fernando Mendoza, ha expuesto ante el alcalde, Iker Echeverría, una nueva y completa instalación, por la que han podido pasear los y las asistentes, conociendo el ciclo del agua en su fase de limpieza, antes de ser devuelta de nuevo al río.
 

Detalles de la nueva depuradora


Hasta la construcción del nuevo proyecto, que fue presentado en 2021 a las entidades locales por parte de NILSA para su visto bueno, Unzué contaba con una fosa séptica. La nueva instalación, más completa y también más compleja técnicamente, garantiza un tratamiento exhaustivo del agua residual. También preserva de cualquier posible filtración a importantes acuíferos de la zona, como el arroyo de Artusia, afluente del arroyo Azpuru, que a su vez desemboca en el río Cidacos, uno de los cauces más sensibles medioambientalmente de Navarra.

La instalación se ha ubicado en la ribera izquierda del Artusia, en el mismo lugar en el que estaba la fosa séptica anterior, y tiene una capacidad de depuración para 310 habitantes equivalentes. Hasta aquí llegan dos emisarios de aguas residuales: el que proviene del Norte recoge el caudal de la parte alta de la localidad, mientras que el Sur hace lo propio con las de la parte a cota más baja.
 
Estos colectores se han mantenido porque están en buen estado. Si bien es cierto que se ha modificado ligeramente la entrada de los colectores para instalar un nuevo tanque Imhoff, junto con un filtro, que distribuye el agua sobre un lecho de piedras con un sistema mecánico parecido a un balancín. Este lecho actúa como elemento limpiador y tiene como ventaja que no necesita energía eléctrica, por lo que el mantenimiento resulta más económico. A continuación, el agua pasa a un decantador secundario.

Inicialmente el proyecto contempló aprovechar la fosa existente, pero una vez vaciada para su supervisión, se comprobó que se encontraba deteriorada, por lo que se decidió cambiarla por un tanque Imhoff.
 
Finalmente, el agua pasa por un humedal artificial que tiene una superficie de 129 metros cuadrados y 80 centímetros de profundidad. También dispone de un elemento que permite variar el nivel dentro del mismo, a voluntad del personal que gestiona la instalación y en función de las necesidades que vayan surgiendo.

Está previsto que el caudal medio diario sea de 0,60 litros por segundo, lo que equivale a 52 metros cúbicos diarios. El máximo admisible en la instalación es de 4,17 litros por segundo, a partir del cual el agua se desbordaría, cuestión muy poco probable porque significaría que ha septuplicado el caudal habitual. Estas medidas se obtienen con los datos medios de los últimos años recogidos en la localidad.

En cuanto al mantenimiento por parte del personal de NILSA, tiene lugar dos veces al mes y consiste en la vigilancia de los tanques para comprobar que no existen atascos ni vertidos ajenos, así como para supervisar los niveles de fango y flotantes acumulados. También realizan la retirada de los residuos y las malezas que hayan podido llegar, al mismo tiempo que llevan a cabo tareas generales de limpieza y jardinería.

Las muestras de agua que NILSA realiza en todas sus instalaciones, con diferente periodicidad según el volumen y la contaminación del caudal que llega, son semestrales en el caso de Unzué. A través de este seguimiento se comprueba que la calidad del agua tratada es óptima y cumple toda la normativa de vertidos. La limpieza total de la instalación, con vaciado completo, es anual.

El coste del proyecto, que ha sido de 275.011 euros y se ha financiado con el canon de saneamiento, se enmarca en el Plan Director del Ciclo Integral de Agua de Uso Urbano 2019-2030, en el que todas las entidades locales tuvieron ocasión de tomar parte a través del proceso de participación pública para su elaboración. En cuanto al canon, es un impuesto que toda la ciudadanía paga a través del recibo del agua.

El trabajo conjunto entre NILSA, como ente instrumental del Gobierno de Navarra, y concejos, ayuntamientos y mancomunidades es fundamental para la correcta gestión del agua como recurso básico y para una gobernanza sostenible del territorio que combata la despoblación rural.
 
El caso de Unzué, con 154 habitantes censados, es un ejemplo de ello, así como del trabajo que el Gobierno de Navarra realiza a favor de dotar de infraestructuras de primer nivel a las localidades de menos de 250 habitantes.
 

Fuente www.nilsa.com


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